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Uno de los tres detenidos de la organización paramilitar Edelweis ingresó ayer en prisión

El País

José Garrido Gil ingresó en la tarde de ayer en la prisión de Carabanchel por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 25, que instruye diligencias en relación con presuntas prácticas homosexuales a las que fueron sometidos varios adolescentes en excursiones y acampadas promovidas por la organización paramilitar juvenil Edelweis. Varias familias de los niños afectados se personarán en el sumario, según fuentes de los familiares, que añadieron que la policía ha recomendado que los menores pasen una revisión médica.

El titular del juzgado de instrucción, Juan Miguel Esteve, ordenó ayer, en principio, la libertad provisional bajo fianza de José Garrido Gil y Eduardo Gómez Ballesteros, ambos de 20 años, dirigentes de la organización Edelweis detenidos el pasado viernes. El juzgado estableció una fianza, cuya cuantía no se conoce, para obtener la libertad provisional. En la tarde de ayer sólo Garrido Gil había ingresado en Carabanchel, sin que pudiera conocerse la situación de Gómez Ballesteros. El juez decidirá hoy sobre el tercer detenido, Juan Iriarte Aguirre-Zabala, que ayer permanecía en los calabozos de los juzgados de la plaza de Castilla. Iriarte fue detenido el sábado por la Brigada Central de Policía Judicial (ver EL PAIS de ayer).La Dirección General de la Policía y el magistrado Juan Miguel Esteve se negaron ayer a facilitar información sobre las circunstancias del caso. No se pudo confirmar si otros cuatro jóvenes relacionados con la organización son buscados por la policía. El cerebro del grupo, Eduardo González Arenas, está en paradero desconocido.

Algunos de los padres de los niños reclutados por la organización precisaron ayer que sus hijos, algunos de los cuales ya han declarado ante la policía, están siendo sometidos a reconocimiento médico por recomendación de los investigadores del caso. Los familiares expresaron también su intención de constituirse en acusación privada y personarse en el sumario.

Antecedentes

Los menores, de edades comprendidas entre los 10 y 16 años, eran reclutados en colegios de la zona de Retiro -La Estrella, Roma, Montserrat, Los Olmos, Escuelas Aguirre- bajo el pretexto de integrarlos en una organización que les permitiría practicar numerosos deportes y salir fuera de la ciudad. Un muchacho de 13 años, estudiante de octavo de EGB, que acudía a las acampadas desde hace dos años junto con su hermano, de 11 años, manifestó que eran trasladados durante los fines de semana y períodos vacacionales a residencias de San Lorenzo de El Escorial, Zarzalejo y Cercedilla. Reconoció también a González Arenas como el jefe del grupo. "Nos comieron el tarro", afirmó. "Lo que nos hacían en las excursiones ya se lo he dicho a la policía y sólo quiero olvidarlo".La organización juvenil de montañismo Edelweis (flor de la nieve) no se encuentra registrada como asociación ni en el Ministerio de Cultura ni en la Dirección General de la Juventud ni en la delegación del Gobierno de Madrid, según confirmaron ayer fuentes oficiales. Las mismas fuentes precisaron que existen una organización juvenil ubicada en la localidad de Alcalá de Henares, dos organizaciones de boy scouts madrileños y una agencia de viajes, todas con el mismo nombre, que no tienen nada que ver con la citada anteriormente.

Un familiar de uno de los monitores de Edelweis que se encuentra en paradero desconocido desde la pasada semana manifestó que el jefe del grupo y presunto organizador es Eduardo González Arenas. El joven, de 23 años, cuyo nombre corresponde a las iniciales C. del R., dejó de acudir con regularidad a su domicilio a raíz de sus relaciones con González Arenas, según el familiar, quien abundó en que "González Arenas pervierte a todos con los que trabaja".

La familia de C. del R. notó en el muchacho, a raíz de su amistad con González, un cambio radical de comportamiento. Abandonó su puesto de trabajo en la Caja de Ahorros y se incorporó a la organización Edelweis. "Ese hombre le destrozó", afirman los familiares. "Cuando venía a casa, decía que se llevaban a los niños al campo para que vieran a Dios y que él era Dios". González Arenas visitó en más de una ocasión la residencia familiar de C. del R., según la familia de éste. "Parecía todo un caballero, se mostraba muy educado y dulce y nos dijo que iba a fundar un hogar nuevo porque le gustaban mucho los niños".

Eduardo González Arenas, de 38 años, está divorciado de una nieta del dictador dominicano Trujillo -según un reportaje publicado en 1978 en Interviu- y posee antecedentes por corrupción de menores y promoción de grupos de ideología nazi. González Arenas salió de la prisión de Carabanchel en 1982, donde cumplió condena por hechos semejantes a los ahora denunciados. La actual organización Edelweis sustituyó a otra fundada por González Arenas denominada Boinas Verdes Edelweis, también de carácter paramilitar.

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