Nuevo intercambio de declaraciones contradictorias entre dirigentes del PNV

La marejada interna que sacude al PNV ascendió ayer otro peldaño con un nuevo intercambio de declaraciones contradictorias entre sus dirigentes. Mientras tanto, ayer se conocieron los puntos esenciales de la oferta que el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) ha hecho llegar al Gobierno vasco para un pacto de legislatura.El lendakari, que asistió ayer en Vitoria a un acto de homenaje al fundador del PNV, Sabino de Arana, en el 81º aniversario de su muerte, rechazó la acusación de falta de voluntad de acuerdo lanzada la víspera por el portavoz del Consejo Nacional (EBB) del PNV, Xabier Aguirre. Para éste, "con un poco de buena voluntad, el entendimiento entre las instituciones es todavía posible", pero añadió: "No digo que el Gobierno no tenga esa voluntad de acuerdo, pero desde luego el lendakari no la ha demostrado". Por ello, si el acuerdo no es posible, advirtió, "vamos a meter el bisturí hasta tocar hueso".

Simultáneamente, varias juntas y asambleas locales del PNV han votado en las últimas horas resoluciones en favor de Garaikoetxea y favorables a la convocatoria de una asamblea inmediata que confirme o rechace los acuerdos alcanzados en enero pasado en Zarauz, y en los que legitima el lendakari sus actuales posiciones. Destaca el pronunciamiento de la Junta de Vitoria, que incluye la exigencia de dimisión del EBB, al que culpa de "haber creado el actual conflicto, como antes creó el de los navarros, y de ser luego incapaz de resolverlos".

Por otra parte, tras varios sondeos previos, el sábado tuvo lugar en Vitoria una importante reunión entre representantes del PSE-PSOE, por una parte, y el vicelendakari, Mario Fernández, por otra. Los socialistas hicieron saber a su interlocutor que, a la vista de la situación de grave deterioro político, económico y de convivencia que atraviesa el País Vasco, agudizada en los últimos días, estaban dispuestos a asumir un compromiso que garantizase la gobernabilidad de la comunidad autónoma.

La propuesta socialista, que recibió una acogida calificada de "muy receptiva", se basa en los siguientes puntos: compromiso de acatamiento de la legalidad, incluyendo las sentencias del Tribunal Constitucional; acuerdo sobre la convivencia en base al principio de la negociación entre las fuerzas políticas, con rechazo de la negociación política con ETA; establecimiento de cauces más flexibles de relación entre el Gobierno central y el autónomo que faciliten la aceleración del proceso de transferencias y el desarrollo estatutario en general; consenso previo de los proyectos de ley que sean remitidos a la Cámara vasca, y voto favorable de los socialistas al acuerdo del Consejo de Finanzas.