La policía protege a la corporación murciana de una manifestación de infractores urbanísticos

El Ayuntamiento de Murcia mantuvo ayer sus puertas cerradas al público para evitar que entrase un grupo de unos 100 manifestantes que protestaban porque consideran muy elevadas las multas que les han sido impuestas por edificar sus casas en suelo no urbanizable o sin licencia de obras. A última hora de la mañana, la Policía Nacional hizo un cordón ante la puerta de la Casa Consistorial para facilitar la salida de funcionarios y concejales.Este mismo grupo de personas recorrió el miércoles por la noche las calles de la ciudad portando dos ataúdes para llamar la atención. Las cajas mortuorias, que simbólicamente estaban destinadas al alcalde, Antonio Bódalo (PSOE), y al concejal de urbanismo, Juan Enrique Serrano, fueron quemadas hacia las diez de la noche a la puerta del Ayuntamiento.

La Corporación ha impuesto a unos 100 propietarios de viviendas construidas ilegalmente multas por infracciones urbanísticas, que oscilan entre el 5% y el 20% del valor de la obra. El concejal de urbanismo, Juan Enrique Serrano López, ha afirmado que la pretensión para rebajar las multas no va a ser atendida.