Violencia terrorista en los momentos decisivos

El fenómeno terrorista ha experimentado a lo largo de las dos últimas décadas, una escalada en España, coincidiendo con momentos de especial tensión política o con las distintas actuaciones de Gobiernos y partidos para estabilizar la democracia.En octubre de 1976, ETA asesinó al presidente de la Diputación de Guipúzcoa, Juan María de Araluce y Villar, y a varios de sus escoltas.

El 15 de diciembre de 1976 se celebró el referéndum para la reforma política. Cuatro días antes, los GRAPO secuestraron a Antonio María de Oriol. A finales de enero de 1977, en una manifestación pro amnistía en Madrid, fue asesinado Arturo Ruiz por la extrema derecha. Al día siguiente se produjo el secuestro del teniente general Villaescusa por los GRAPO y fue asesinada Mari Luz Nájera en el transcurso de una manifestación en protesta por la muerte de Arturo Ruiz. El mismo 24 de enero, se produjo la matanza de abogados laboralistas en Atocha, con un resultado de cinco muertos y cuatro heridos.

El 28 de enero murieron asesinados por los GRAPO tres agentes de orden en Madrid y otros tres resultaron heridos graves.

Desde la legalización del PCE, en abril de 1977, hasta la celebración de las primeras elecciones generales, el 16 de junio de ese año, se produjo una serie de atentados que culminó en el secuestro y posterior asesinato a manos de ETA del industrial vicaíno Javier de Ybarra. Tras ser descubierta la operación Galaxia, y después de la celebración entre marzo y abril de 1979 de las elecciones generales y las municipales, ETA reivindicó el atentado en el que murieron el teniente general Luis Gómez Hortigüela, los coroneles Agustín Laso y Jesús Ávalos y el conductor, Lorenzo Gómez. El 26 de mayo, hizo explosión una bomba en la cafetería California 47, con un balance de ocho muertos y 40 heridos.

En el verano de 1979, ETA llevó a cabo una campaña contra intereses turísticos en la Costa del Sol, coincidiendo con el comienzo del debate en las Cortes del Estatuto vasco. El mes de julio finalizó con un triple atentado en Barajas, Atocha y Chamartín, reivindicado por ETApm, que produjo seis muertos y más de 100 heridos. El 23 de octubre de 1979 fue, asesinado en San Sebastián el gobernador militar de Guipúzcoa, Lorenzo González Vallés. El atentado ocurrió cuatro días antes de los asesinatos de dos jefes militares en Bilbao, lo que provocó una tensa situación que obligó al presidente Suárez a aplazar un viaje a América.

Con el telón de fondo de una huelga general en el País Vasco por el asesinato del ingeniero de Lemóniz, José María Ryan, y tras el intento fallido, de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 y la muerte por tortura de José Ignacio Arregui, se desarrolló una escalada terrorista que produjo la muerte de cuatro oficiales y un civil.

En mayo se registró uno de los momentos de mayor tensión cuando, tras los atentados contra el teniente general Valenzuela, el general González de Suso y dos guardias civiles, se ordenó el acuartelamiento a las tropas de Madrid.

Tras el atentado contra la central telefónica de Ríos Rosas en Madrid, en abril de 1982, se declaró estado de emergencia nacional, y se decidió la vuelta del Ejército a la lucha antiterrorista. En el último tramo de la campaña electoral se registró una oleada de atentados. Una semana después del triunfo del PSOE en las elecciones legislativas fue asesinado el general de división Víctor Lago.

A lo largo de 1983 fueron asesinadas más de 30 personas. Uno de los momentos de mayor tensión lo representó el asesinato en Bilbao del capitán de farmacia Alberto Martín Barrios, secuestrado por ETA Político-militar VIII Asamblea.

En 1984, el 29 de enero, es asesinado en Madrid el teniente general Guillermo Quintana Lacaci, coincidiendo con el impulso de las vías de reinserción de antiguos terroristas. El 23 de febrero, tres días antes de las elecciones autonómicas vascas, se produce el asesinato de Enrique Casas, cabeza de lista del PSE-PSOE por Guipúzcoa.