Todos los partidos marroquíes apoyan la retirada de la OUA

Todos los partidos políticos marroquíes con representación parlamentaria aprueban la decisión del rey Hassan II de retirar a Marruecos de la Organización para la Unidad Africana (OUA) después de que la vigésima cumbre de jefes de Estado africanos, reunida en Addis Abeba, formalizara la adhesión de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).Algunos partidos, como el socialista Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), han solicitado además la "creación de un cuerpo que traduzca esa unanimidad nacional y tenga como objetivo la defensa de la integridad territorial a todos los niveles".

En la sesión extraordinaria del Parlamento celebrada durante el fin de semana, todos los jefes de partido, sin excepción, respaldaron la actitud del monarca. Algunos líderes, como el socialista Abderrahim Buabid y el comunista Alí Yata, invitaron a los parlamentarios a no minimizar las consecuencias y las dificultades adicionales que supondrá para Marruecos la nueva coyuntura.

Para Alí Yata, la admisión de la RASD en la OUA es un "golpe irremediable a la posibilidad de crear un Magreb árabe unido". Según el líder comunista, esta adhesión de la RASD a la OUA "conferirá (a esa organización) una especie de legitimidad a nivel internacional que traerá nuevos problemas internacionales para Marruecos". "Ello implica", añadió, "el apoyo a la tensión en el noreste africano".

Comunistas y socialistas coinciden en que "la diplomacia argelina intentará nuevos reconocimientos de la RASD en África y en otros lugares, y Marruecos no podrá seguir considerando amigos a aquellos países que reconozcan a la RASD". Abderrahún Buabid, en particular, dijo que su partido (USFP) está "orgulloso por la posición del rey de retirarse de la OUA". En previsión de "una posible agravación de la situación militar, diplomática y política", los socialistas marroquíes proponen la creación de una especie de consejo nacional de seguridad (que ya existe, aunque no funciona) o un gabinete de crisis.

La oposición estima que para hacer frente a la crisis por venir "Marruecos debe mejorar su sítuación económica y financiera, y mejorar considerablemente las condiciones de vida de los marroquíes y garantizarles las necesarias libertades democráticas".