'Soy una cámara', el primer 'Cabaret'

Henry Cornelius, de quien recientemente se han emitido en televisión sus dos comedias fundamentales -Pasaporte a PimIico y Genoveva-, fue un cineasta de variada trayectoria. De actor a ayudante, de montador a ambientador, Comelius llegó tarde a la dirección cinematográfica, aunque con tal fuerza que hoy es considerado el padre del cine de humor inglés. De origen alemán, refugiado en Londres tras la ascensión de Hitler, supo traducir con mayor distancia que los nativos las bromas que practican los ingleses sobre sí mismos.Soy una cámara no se sitúa entre sus mejores películas, según dicen incluso los cronistas británicos; todos, no obstante, destacan en este momento los aciertos que el filme tuvo en su día (1955), quizá interesados por el éxito de la versión que sobre el mismo texto realizara en 1972 el norteamericano Bob Fosse: Cabaret le proporcionó un Oscar de la Academia, así como a su actriz principal, Liza Minnelli, lanzada desde entonces como nueva figura del musical. Es decir, algo de lo que en Cabaret despertó tanto entusiasmo debía residir previamente en el filme de Cornelius.

Dirigida poco antes de la muerte de su director, Soy una cámara se ambienta, efectivamente, en el Berlín de preguerra y narra las vicisitudes de su protagonista, Julie Harris, capaz de divertirse contra toda circunstancia y "de aceptar cualquier cosa de cualquiera", según la síntesis del crítico Leonard Maltin. El peculiar enfoque de aquella época, aún tímidamente tratada en el cine, convirtió Soy una cámara en uno de los más notables filmes británicos de la década. La intervención de los actores -Julie Harris en el papel protagonista- fue igualmente celebrada por la crítica. Soy una cámara se emite hoy a las 20.30 por la segunda cadena, dentro del espacio La clave.