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La tragedia de la sequía en África

Las ayudas internacionales son insuficientes para mitigar el hambre en Etiopía

Antonio Caño

Más de 100 personas (en su mayoría niños) siguen muriendo diariamente de hambre en Korera (Etiopía), a pesar de las ayudas concedidas recientemente por diversos Gobiernos y organismos internacionales. La situación, que afecta a unos 6,4 millones de personas, "no sólo no ha dado señales de mejora, sino que está incluso empeorando", declaró el miércoles a El PAÍS un portavoz de la Unicef.

"Se calcula que entre 1983 y 1984 se han distribuido en Etiopía unas 400.000 toneladas de alimentos, a lo que hay que añadir el envío de otras 200.000 toneladas de víveres a finales de septiembre", declaró a El PAÍS un portavoz de la FAO, quien añadió que se necesitarán otras 400.000 toneladas para hacer frente al deterioro de la situación en 1984.

La sequía, que constituye un fenómeno endémico en algunas zonas de Etiopía desde hace 10 años, ha adquirido especial gravedad en los últimos 24 meses. Sus efectos se han extendido a 13 provincias etíopes, entre las que destacan las de Gondar, Wollo, Tigré y Eritrea.

Según la Unicef, el nivel de lluvias ha disminuido en un 50% respecto al año anterior, lo que indica que la situación empeorará en los próximos meses y podrá incluso superar la gravedad de la sequía de los años 1972-1974, en que unas 200.000 personas murieron de hambre.

La sequía, que entonces fue un factor determinante en la caída de Haile Selasie, constituye hoy, junto a la acción de las guerrillas, una de las principales dificultades del Gobierno marxista de Mengistu Haile Mariam.

Críticas a Occidente

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Numerosos observadores han criticado la prolongada suspensión por parte de algunos Gobiernos occidentales -como el británico o el estadounidense- de sus ayudas a Etiopía por sus diferencias políticas con el Gobierno de Addis Abeba. Frente a estas críticas se hallan las de aquellos que culpan de los efectos de la sequía a la falta de planificación y al fracaso de la política agrícola del Gobierno etíope, así como a la falta de asistencia a este país de la URSS, principal aliada de Mengistu en su lucha contra las guerrillas independentistas.Pero, a pesar de estas polémicas, numerosos Gobiernos y organismos han acordado recientemente importantes ayudas a este país. "Es cierto que Etiopía no despierta demasiadas simpatías", declaró el portavoz de la Unicef, "pero también hay que subrayar que éste es el país africano que ha recibido en los últimos años más ayuda per cápita por parte de organismos internacionales", añadió.

La escasa capacidad de los puertos etíopes, la inexistencia de vías de comunicación, en una geografía accidentada, y la burocracia son otros factores que obstaculizan la distribución de las ayudas, especialmente en Tigré y Eritrea, que se hayan bajo el control de la guerrilla. Ante la gravedad de la situación, el Frente Popular de Liberación de Eritrea, uno de los principales grupos guerrilleros, ha propuesto esta semana al Gobierno, al que acusa de desviar las ayudas para armar nuevas tropas, un alto el fuego en la zona.

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