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Se extiende la heroina contaminada y adulterada

El fiscal antidroga, falto de colaboración policial

José Jiménez Villarejo, fiscal especial para la lucha contra la droga, dice que él no tiene competencias específicas para intervenir en los casos de contaminación o adulteración de heroína, porque ésta "es para el ministerio público un producto gravemente perjudicial, esté o no adulterada. Si como consecuencia de adulteraciones se producen lesiones graves o muertes, hay un concurso de delitos: contra la salud pública y contra la vida o la salud corporal".El fiscal antidroga ha pedido reiteradamente la unificación del mando sobre la policía y la Guardia Civil. "No tengo seguridad de que eso sea una garantía de eficacia", dice, "pero, si no se produce, mi figura es superflua. Cabe recordar que, según el artículo 126 de la Constitución, el ministerio público tiene bajo su dependencia a la policía judicial, por lo que me parece que, de haber un fiscal especial para la droga, la policía de estupefacientes tiene que estarle subordinada. De no ser así, mi figura no supone innovación alguna, porque, en virtud de la autoridad suprema del fiscal general del Estado sobre el ministerio público, ya estaba garantizada la coordinación de estos servicios'.

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Jiménez Villarejo dice, como expuso recientemente en el Senado, que sus relaciones con la policía y la Guardia Civil "no son totalmente satisfactorias. Lo serían si el contacto con los altos responsables de la policía en los ternas de mi competencia fuera permanente, pero nuestras relaciones son discontinuas". De hecho, desde su nombramiento, el 25 de abril, los servicios poficiales no se han caracterizado por un incremento de éxitos. Según datos de la Brigada Central de Estupefacientes, en el primer trimestre de 1984 fueron detenidas 2.877 personas en relación con el tráfico de drogas. En el segundo trimestre los detenidos fueron 2.954, y en los meses que van de julio a septiembre, primer trimestre completo en el que el fiscal antidroga está en el cargo, el número de detenidos ha descendido a 1.974.

Jon, un heroinómano vizcaíno que ahora vive en otra provincia, y que lleva varios meses sin chutarse, cuenta que alguna vez pasó por la comisaría porque le pillaron una papela. Y dice que ha podido ver ciertas caras conocidas, lógicamente conocidas para él, "con nombres y apellidos. El típico tío que estaba en comisaría pidiendo un chute. Ya sabemos que la poli paga a los confidentes con heroína, incluso alguna vez se ha publicado. Y ves que el caballo se está moviendo muy descaradamente en la calle, que cuando hay caídas son de gente de abajo, que ahora con el tema de la droga en el Parlamento, con el fiscal antidroga y con todo esto, de repente les interesa ofrecer resultados y cogen unos kilos... Por eso yo no creo que estuviera dispuesto a decir quién me vendía la droga contaminada, entre otras razones porque cuando funcionas en pequeñas cantidades el que te la vende tiene tus mismos problemas. A la policía no se lo diría. Pero si cogiera al tío, le pegaría un tiro".

Al margen de que ya se han denunciado muchos casos de implicación de las fuerzas de orden público en el tráfico de heroína, ¿qué opinión le merece al fiscal antidroga la acusación. de que la policía paga a los confidentes con droga? "Me gustaría que esas denuncias se me hicieran a mí, para empezar a poner término a algo que, en la medida en que sea cierto, es absolutamente intolerable", responde.

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