El cuarto canal francés obtiene una buena acogida tras su primera semana

Al cabo de una semana de existencia, la primera televisión francesa privada en términos jurídicos, ya que es de propiedad del Estado, ha superado muchos de los problemas técnicos del comienzo y globalmente parece disfrutar de la aceptación de sus abonados. Para tener opcional canal Plus, nombre de pila de este cuarto canal francés (los otros son monopolio estatal),cada televison-telespectador debe pagar 2.400 pesetas mensuales. Estos y otros acontecimientos televisivas de los últimos días parecen irreversiblemente destinados a sacar a Francia del barrizal del subdesarrollo del mundo de la imagen de televisión.

Como ocurre casi siempre con las publicaciones escritas, los medios de comunicación técnicos necesitan un rodaje para ajustar el quehacer cotidiano; esto es lo que le ha ocurrido a Canal Plus (televisión con estatuto jurídico privado, pero cuya mayoría de acciones pertenece a una empresa estatal, Havas, sociedad publicitaria), que, deseoso de introducirse lo antes posible en los hogares de sus casi 200.000 abonados, no afinó lo bastante todos los detalles de funcionamiento. Cerca de 30.000 suscriptores aún no han podido comprar el aparato-clave necesario para captar las imágenes del nuevo canal porque no se han fabricado a tiempo.

Televisión matutina

Otros fallos persisten todavía, como la calidad de las imágenes, que, a veces, no son perfectas. En general, sin embargo, según declaraciones recogidas por este periódico, los telespectadores se manifiestan comprensivos y contentos con la nueva pequeña pantalla "porque, a pesar de algunos fallos, se siente que estamos saliendo del subdesarrollo televisivo", como dice un usuario.Canal Plus emite 20 horas diarias, de lunes a viernes, y las 24 horas del día durante el fin de semana. La televisión matinal ha sido una sorpresa para el medio millón de telespectadores que se le calcula en estos momentos. Durante este espacio, de las siete a las nueve de la mañana, Canal Plus semeja totalmente a una gran emisora de radio, pero en imagen. "Mis hijos, en pocos días, ya no piensan, al levantarse, más que en Canal Plus; el día de la huelga se enfadaron", dice un padre que se abonó desde el primer día.

Todas las personas consultadas coinciden en algunos puntos. "Lo mejor, entre otros detalles, es que no hay presentadoras. ¡Qué descanso supone esto!", dice un señor. Otro conviene también con su colega y añade que "lo mejor son las películas; en primer lugar, pueden verse tres por día, y cada una de ellas se repite tres veces por semana, lo que quiere decir que si un día, a la mitad del filme, tiene uno que ausentarse de casa, sabe que puede volver a verla otro día".

Una telespectadora de Canal Plus ofrece también su opinión: "Lo que más me sorprende y me gusta se refiere a que, por primera vez, creo yo, en Francia vemos una televisión de imágenes; es una verdadera avalancha, y no hay tiempos muertos, porque la publicidad, es decir, el patrocinador de algunas emisiones, aparece al principio y al final de estas últimas sin interrupción alguna".

Una de las emisiones que, desde el primer día, ha conquistado, aparentemente, al mayor número de espectadores es la que se ha bautizado con el nombre de Todos en la escena, presentada por un periodista de la televisión -que trabajó para el monopolio estatal y que es de los más célebres del país. Esta emisión diaria, de 40 minutos de duración, está fabricada y condimentada, únicamente, con gente muy conocidas y, además, líderes de la actualidad. De dicho espacio, sin embargo, se excluye absolutamente a toda la clase política. Este programa, emitido en directo a las 19.10 horas, vuelve de nuevo, en diferido, a la pequeña pantalla de Canal Plus a las once de la noche del mismo día, dato que también parece resultar gratificante para los telespectadores.

Uno de los pioneros de la televisión de este país, Pierre Sabbag, dice que la apuesta de Canalplus está ganada por adelantado. El éxito de la nueva televisión, de todas maneras, se conocerá con precisión dentro de un año, cuando tengan que renovarse los contratos de suscripción, que, por ahora, según indicación de los responsables, se plecipitan cada día en las hipermodernas instalaciones de Canal Plus.

Para que Canal Plus resulte rentable necesita más de un millón de abonados. Actualmente, el presupuesto de su primer año de vida es de 800 millones de francos, es decir, una tercera parte del presupuesto del primer canal de la televisión estatal. La diferencia está en que este último tiene una audiencia 20 veces superior a la de Canal Plus.