Farmaindustria, contra la reducción de gastos en medicamentos

La industria farmacéutica ha calificado de "ejercicio de irrealismo" los presupuestos del Insalud en medicamentos -160.000 millones de pesetas- para 1985, "ya que se sitúan tres puntos por debajo de la inflación esperada para este año y muy por debajo de lo que va a alcanzar el gasto farmacéutico de la Seguridad Social para el presente ejercicio, que, según estimaciones de Farmaindustria, ascenderá a Ia cantidad de 175.000 millones de pesetas.En una conferencia de prensa, los principales responsables de la Asociación de Empresarios de la Industria Farmacéutica analizaron los principales problemas que tiene este sector, "con una enorme importancia en la sanidad", en opinión de su presidente, Rafael Juste. Según Juste, el momento no es particularmente conflictivo ni psicológicamente agudo, "pero hay cuestiones que nos afectan de manera inme$iata".

Para los representantes de Farmaindustria no hay que perder de vista que el gasto de farmacia de la Seguridad Social no llega al 5% de su presupuesto global y no sobrepasa el 17% del presupuesto del Insalud, "cifras comparables a las más correctas europeas, si se tiene en cuenta, además, que en nuestro país no se cubre la asistencia de especialidades como la psiquiatría ni la odontología".

Sobre la base de estas cifras, la industria farmacéutica se muestra partidaria de una liberalización de los precios de los medicamentos como fórmula para una mayor liberalización del sector. Según los responsables de las empresas farmacéuticas, el intervencionismo por parte de la Administración ha dado como resultado unos precios muy alejados de los costes reales.

Eficacia y rentabilidad

Según Rafael Juste, la industria farmacéutica necesita alcanzar dos objetivos permanentemente: producir medicamentos con calidad, seguridad y eficacia, y obtener una rentabilidad que permita el mantenimiento de una investigación de vanguardia. "Pero esto sólo puede lograrse si se cuenta con un marco jurídico que regule, sin asfixia, nuestra actividad y si se da un clima de confianza que despeje la incertidumbre".De cara a la integración de España en la Comunidad Económica Europea se plantea para Farmaindustria, según sus responsables, la adaptación de un régimen de patentes y unas directrices farmacéuticas basadas en el rigor técnicosanitario y en la adecuación de los precios a la libre competencia.

En opinión de Farmaindustria, los 2.389 millones de pesetas que percibió en beneficios este sector en 1983, según datos de la Junta Superior de Precios, no son suficientes para hacer frente a las inversiones en investigación y a las innovaciones tecnológicas que necesita el sector.

Los empresarios del medicamento se quejan, finalmente, de que el anteproyecto de ley general de Sanidad, muestra en lo referente a productos farmacéuticos, una gran ambigüedad y un excesivo sentido intervencionista del Estado.