El Gobierno está dispuesto a abrir la verja de Gibraltar si los españoles pueden pernoctar y comprar propiedades en la colonia
España está dispuesta a abrir por completo la verja de Gibraltar, volviendo a la situación existente hasta 1969, a cambio de que los españoles puedan pernoctar y comprar inmuebles en la Roca, según fuentes diplomáticas españolas. La entrevista programada para el próximo día 29, en Bruselas, entre los ministros de Asuntos Exteriores de España y del Reino Unido, Fernando Morán y Geoffrey Howe, puede significar, a juicio de estas fuentes, la culminación de las conversaciones técnicas que han venido manteniendo con carácter secreto, desde el mes de abril técnicos y diplomáticos de ambos países.
Las fuentes consultadas no descartan que, al final de la reunión, Morán y Howe hagan pública una declaración en la que expresen los progresos habidos en estos contactos y se plantee su continuación en el futuro. Es previsible que la superación de las conversaciones técnicas dé lugar a la reapertura de un diálogo político, que ha permanecido estancado desde que, en abril de 1980, Londres y Madrid firmaron la Declaración de Lisboa.Fuentes diplomáticas españolas han negado que el Reino Unido estuviera dispuesto a permitir que los españoles obtengan automáticamente permiso de trabajo en la Roca, pasando por alto el período transitorio que la CEE marque a España. A juicio de estas fuentes, España volverá a abrir la verja, cerrada en 1969. Pero esta vez, a cambio, los españoles tendrán los derechos a pernoctar y comprar inmuebles en Gibraltar, lo que nunca antes habían podido hacer.
El derecho a trabajar libremente en la Roca cuenta con dos obstáculos, según fuentes españolas: la falta de ofertas de empleo y el hecho de que la legislación gibraltareña no ha sido adecuada por completo a la de la CEE, y pone trabas al establecimiento de trabajadores por cuenta propia. La puesta al día de esta legislación no depende del Reino Unido, sino del propio Parlamento de la colonia.
Los dirigentes británicos han compartido durante la última semana el optimismo de los españoles sobre los avances registrados en las conversaciones técnicas. Así lo expresó la propia primera ministra, Margaret Thatcher, en la posdata de la carta que escribió a su homólogo, Felipe González, como respuesta a un primer mensaje de éste en el que le manifestaba su condolencia por el atentado del Ejército Revolucionario Irlandés (IRA) contra los participantes en el congreso conservador de Brighton, el mes pasado.
Las conversaciones técnicas se han venido desarrollando alternativamente en Londres y Madrid, participando en ellas diplomáticos, juristas y técnicos de ambos países. El funcionario español con más alto rango de los que han intervenido en ellas ha sido el director general de Europa del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mariano Berdejo. Howe y Morán -que han coincidido varias veces durante el último año en Madrid, Bruselas, Nueva York y Costa Rica han seguido muy de cerca las conversaciones y han discutido algunos puntos durante sus encuentros. La próxima cita entre ambos, de la que se espera salga el compromiso que permita la total reapertura de la verja, tendrá lugar también en Bruselas, el próximo día 29, aprovechando una sesión negociadora entre España y la CEE.
Las conversaciones hispano-británicas sobre Gibraltar se reabrieron el pasado mes de abril, después de que el Gobierno de Londres ofreciera adelantar la entrada en vigor de los efectos que el ingreso de España en la CEE tendría sobre sus relaciones con la colonia británica.
En un primer momento, el Gobierno español acogió con reticencias esta propuesta, ya que los períodos transitorios que dictaría la Comunidad no supondría la inmediata equiparación de derechos en la Roca entre españoles y gibraltareños y, a cambio, España se vería obligada a abrir por completo la verja. Ésta se encuentra cerrada desde 1969, y desde 1982 permite sólo el paso de ciudadanos españoles y residentes en Gibraltar, prohibiendo el tránsito de mercancías, vehículos y turistas de otras nacionalidades.
Cartas con concesiones
El diálogo hispano-británico sobre Gibraltar quedó prácticamente interrumpido a los pocos meses de la llegada de los socialistas españoles al poder. Fernando Morán mantuvo una tensa entrevista en Londres con la primera ministra el 16 de marzo de 1983. En esa reunión se acabaron las esperanzas de entendimiento que abrió el Acuerdo de Lisboa del 10 de abril de 1980, firmado por los entonces ministros de Exteriores, lord Carrington y Marcelino Oreja.
La causa de la ruptura fue la diferente interpretación que ambas partes daban al acuerdo: los británicos insistían en que éste ponía la apertura de la verja como condición previa al inicio de un diálogo político sobre la colonia. Además Margaret Thatcher esgrimió dos cartas enviadas en enero de 1982 por el entonces presidente del Gobierno español, Leopoldo Calvo Sotelo, en las que éste hacía unas concesiones respecto al tráfico aéreo y a la modificación de la zona prohibida de la bahía de Algeciras, que el actual Gabinete consideraba inadmisible.
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