_
_
_
_
_

Las bicicletas volvieron a adueñarse del centro de la ciudad

Varias decenas de miles de personas se adueñaron ayer con sus bicicletas del centro de Madrid durante apenas cuatro horas. Los cálculos de la Policía Municipal cifraron en aproximadamente 300.000 los participantes, colmando de este modo las previsiones de la cadena de emisoras COPE, organizadora del acto. La VII Fiesta de la Bicicleta discurrió sin apenas accidentes y rodeada del ambiente juvenil y familiar que la ha informado en los últimos años, lejos del carácter reivindicativo que le otorgaron gran parte de los participantes en sus primeras ediciones.Miles de ciclistas se fueron concentrando desde primera hora de la mañana en la calle de Menéndez y Pelayo, esquina a la de Ibiza, junto a la tapia del Retiro. A las nueve de la mañana, la multitud de participantes con sus vehiculos de dos ruedas era considerable. Junto a todo tipo de bicicletas de paseo -desde las plegables hasta las que resulta evidente que cumplen un cometido laboral el resto del año, y los modelos deportivos, en minoría-, podían verse carros tirados por velocípedos o parejas en tándem. Algunos participantes en la fiesta llevaban máscaras contra la contaminación o pancartas contra la OTAN.

Más información
Ritos modernos

El teniente de alcalde y concejal del área de Cultura, Educación, Juventud y Deporte, Enrique del Moral, que acudió en representación del alcalde Enrique Tierno, ausente de la ciudad, dio la salida a la hora citada y la caravana se puso en marcha entre signos de entusiasmo de la impaciente concurrencia.

La comitiva enfiló a ritmo de paseo la calle del Príncipe de Vergara para llegar hasta la plaza de Castilla y desandar el recorrido por el paseo de la Castellana. A renglón seguido, la caravana de pedalistas afrontó la empinada calle de Génova hacia la avenida de la Complutense. Allí se daba la vuelta para descender hasta el Arco de la Victoria, dirigirse hacia la Carrera de San Jerónimo y completar 30 kilómetros en la Puerta de Alcalá.

La fiesta discurrió según el horario previsto, y en tomo a las 13 horas la mayor parte de los ciclistas había llegado a la Puerta de Alcalá o al punto de partida, en Menéndez y Pelayo. A las dos del mediodía, los únicos vestigios de la carrera eran varios miles de ciclistas dispersos por el parque del Retiro, los compases de la música disco que emitían potentes altavoces militares en Meriéndez y Pelayo y una considerable cantidad de restos de papel, pegatinas comerciales y envases de plástico y cartón sobre la calzada y las aceras de la misma calle, pese a que una de las motivaciones expresas de la convocatoria ciclista es la lucha contra la polución urbana.

Fuentes de la Policía Municipal informaron que se habían registrado algunas caídas sin importancia. Los accidentados fueron atendidos por retenes de protección civil. Los cortes de tráfico en las calles, que se fueron produciendo de forma escalonada, tampoco ocasionaron atascos considerables.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_