_
_
_
_
_

Comienza a funcionar hoy una prisión especial para jóvenes en Alcalá de Henares

Rocío García

El centro penitenciario para jóvenes de Alcalá-Meco, en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, comenzará a funcionar hoy con el ingreso de 70 presos. Este nuevo establecimiento penitenciario, que cuenta con los más modernos elementos técnicos y arquitectónicos, está concebido como un centro experimental dentro del panorama de prisiones en España. Su directora, Mercedes Jabardo, que es la primera mujer que dirige una cárcel de hombres en nuestro país, afirma que es una experiencia nueva y "muy interesante", aunque reconoce que "la lucha va a ser fuerte".

Los internos que llegan hoy proceden de la cárcel de Alcalá de Henares, situada a pocos kilómetros del nuevo centro, y ocuparán dos módulos de los seis con que cuenta el nuevo centro. Uno de los módulos abiertos será ocupado por la llamada Unidad Experimental, que funcionaba en la prisión de Alcalá de Henares. Para ingresar en este Centro de Jóvenes hay que contar con menos de 25 años de edad y encontrarse en situación de penados (2º grado). Según Mercedes Jabardo, se ha intentado establecer un principio de voluntariedad para los jóvenes que ingresan, porque "aunque pretendemos que sea un centro con ciertos beneficios, también los jóvenes internos tendrán mucha responsabilidad y obligaciones".El Centro de Jóvenes de Alcalá-Meco, que ha costado cerca de 1.800 millones de pesetas, tiene capacidad para unos 450 internos y consta de distintos núcleos. En él trabajarán un total de 35 funcionarios.

El núcleo dedicado a vivienda de los presos está compuesto por cinco módulos, con capacidad para 380 jóvenes, y otro destinado a clasificación y aislamiento apto para 76. Cada módulo está subdividido en dos residencias, concebidas para 38 muchachos, "donde pueda reconstruirse un escenario mínimo de convivencia", según un portavoz el Ministerio de Justicia. Las celdas individuales constan cada una de una mesa de trabajo, una alacena, una cama y un aseo completo, con ducha incluida. Entre las instalaciones del centro cabe destacar un polideportivo cubierto, dos piscinas, un salón de actos y una biblioteca. En principio no existe una sección abierta -situación que permite a algunos reclusos pasar el día fuera de la prisión, donde sólo van a dormir-, aunque, según Mercedes Jabardo, "se irá avanzando" y no descarta esa posibilidad.

La directora del centro, de 48 años, divorciada y con dos hijas, se encuentra, según sus palabras, muy ilusionada con esta experiencia. "He tenido que hacer un gran sacrificio personal, y, si no creyera en esto, no lo hubiera aceptado".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_