Los ministros españoles y franceses discuten una estrategia conjunta de cara a la reunión comunitaria de Luxemburgo

, Un relativo optimismo sobre las negociaciones previas a la adhesión de España a la CEE se impuso durante el pleno con el que se inició ayer tarde la cuarta cumbre ministerial hispano-francesa en el palacio de Pedralbes de Barcelona, en la que se esboza parte de. la estrategia española para la sesión negociadora con la CEE que tendrá lugar en Luxemburgo la próxima semana. La reunión plenaria se prolongó más de lo previsto, dado que el ministro de Asuntos Exteriores francés, Claude Cheysson, llegó con retraso desde Argel, en donde se encontraba acompañando al presidente francés, François Mitterrand.

El optimismo de ayer se sobrepone a la "preocupación" expresada en la carta enviada esta semana por el presidente español, Felipe González, a los jefes de Estado y de Gobierno de la CEE. "Nunca hemos sido pesimistas", afirmó ayer el portavoz de la delegación española, Fernando Schwartz, "sino que mostramos nuestra irritación, lo que ha servido de revulsivo en Europa". El secretario de Estado español para las Relaciones con las Comunidades Europeas, Manuel Marín, fue más bien cauto anoche: "Hay que esperar hasta Luxemburgo". "Caminamos, pero no somos irresponsablemente optimistas, sino realistas que se plantean seriamente los problemas", dijo, por su parte, el ministro galo de Asuntos Europeos, Roland Dumas.

Diplomáticos franceses y españoles coincidían anoche en insistir en que ambos países no están negociando bilateralmente cuestiones comunitarias, ya que esto no puede hacerse con cada uno de los países de la CEE, pero sí se puede, como dijo el portavoz español, "acudir a unos amigos para hablar de los problemas existentes". Por su parte, el ministro francés de Asuntos Europeos y portavoz del Gobierno, Roland Dumas, dijo nada más llegar a Barcelona que Francia iba a trabajar "para que España ingrese en la Comunidad el 1 de enero de l986", como estaba previsto.

Ausencias en Pedralbes

El optimismo de Pedralbes estaba motivado en parte por las noticias que llegaban desde el exterior de que el próximo día 22, el ministro español de Exteriores Fernando Morán, se reuniría en una cena con sus homólogos de los diez tras la celebración de la reunión ministerial comunitaria y en vísperas de la nueva sesión negociadora entre España y la CEE. De esa cena se espera, según dijo anoche el portavoz español, que salga un calendario sobre lo que queda de negociaciones para la adhesión y "una constatación de que éstas están progresando".El retraso de Cheysson -que llegó a las 18.15, más de una hora después de que comenzara el pleno- obligó a hablar la mayor parte del día de ayer sobre temas comunitarios. Pero no fue él el único ausente ayer en la cumbre de Pedralbes: el ministro galo de Economía y Finanzas, Pierre Bérégovoy, quedó retenido en París por la discusión parlamentaria sobre los presupuestos y llegó a Barcelona a las ocho de la tarde.

La cuestión de la cooperación antiterrorista franco-española estuvo también presente en Pedralbes, según dijo ayer el portavoz español. Durante un encuentro privado entre Fernando Morán y Claude Cheysson se trató este tema, junto con otros asuntos internacionales, como el documento de Contadora y la situación en Argelia, de donde acababa de llegar el ministro francés. En unas declaraciones a TV-3, y refiriéndose a la nueva postura del Gobierno de París favorable a las extradiciones de etarras a España, el ministro Morán recordó que ya en 1982 el Gobierno socialista francés anunció que "habría extradiciones".

El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, recibió a Fernando Morán, que fue el primero en llegar a Pedralbes. Frente a la puerta principal seis lanceros de la Guardia Urbana hacían guardia de honor. Una fortísima protección policial rodeaba el palacio.

Los representantes de los Gobiernos de España y Francia tuvieron poco tiempo ayer de hablar de temas bilaterales, reuniéndose de dos en dos, según la costumbre ,introducida desde el inicio de estas cumbres. Como novedad, en esta ocasión se tratarán por vez primera las cuestiones pesqueras, según informó ayer el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Carlos Romero, quien es asistido, entre otros, en esta ocasión, por el director general de Ordenación Pesquera, Fernando González Laxe. Por parte francesa, asiste a la cumbre el director general de Pesca del Ministerio del Mar.

Tres son los temas que se esperaban ayer que fueran propuestos por los franceses en las conversaciones bilaterales técnicas: la venta de aviones Airbus, las facilidades para la instalación en España de empresas galas de alta tecnología y electrónica y las posibilidades de quitar obstáculos a la firma Lessieur para que aumente su cupo de participación en diversas empresas aceiteras españolas.

Con la ausencia de la ministra de Industria y Comercio Exterior, Edith Cresson, quien anoche regresó a París, hoy se volverán a reunir los representantes de ambos Gobiernos.