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Entrevista:

Mussavi Joeiniha, "Con la ocupación del 'nido de espías' de Norteamérica salvamos a la revolución islamica

Hajj Sayed Mussavi Joeiniha estudió en Qazvin, en la ciudad santa chiita iraní de Qom y también siguió una parte de sus estudios sobre legislación, jurisprudencia y filosofía en Najaf, en Irak. Sus maestros fueron en Qom los ayatollah Araki y Soltani, además del gran ayatollah Montazeri y del propio irnán Jomeini. Hace 13 años que vive en Teherán, donde sigue siendo considerado como uno de los más fieles, y poderosos, seguidores del imán. Ha sido segurdo vicepresidenie del parlamerito islámico, Majlis, y actualmente es el reprsentante del imán Jomeini en la organizacion de la peregrinación a La Meca. Tras rnuchos años de silencio ante la Prensa internacional, Mussavi Joeiniha ha querido conversar por primera vez sobre sí mismo, sobre la captura de la Embajada norteamericana en Teherán y sobre el futuro de la revolución islámica.Pregunta. Usted tiene una biografía política muy densa, pero muy desconocida. ¿Qué acontecimientos revolucionarios ha vivido y cuáles ha protagonizado?

Respuesta. En los años cincuentas participé en un levantamiento denominado Movirniento de Nacionalización del Petróleo. Desde el año 1962, fecha en la cual el imán Jomeini comeazó su movimiento en la ciudad santa de Qom, como muchos otros clérigos y otras gentes acompañé este levantamiento.

Tras la victoria de la revolución, una de las actividades más destacadas por la sociedad de las que realicé fue la toma del nido de espías de Norteamérica, o sea, la llamada Embajada de Estados Unidos en Teherán. Como yo era el único clérigo que estaba con los estudiantes en la línea del imán, y éstos en los momentos necesarios mostraban cierta obediencia hacia mí, automáticamente daba la impresión de que yo era el dirigente suyo. Para mí, sin embargo, la palabra líder que me aplicaban no era la apropiada.

El movimiento partía del interior de la sociedad y de los jóvenes, por lo cual no podía haber una sola persona corno dirigente. El movimiento era colectivo y se debía actuar según la veiluntad conjunta. Yo fui entonces ano de ellos.

P. Ustedes consiguieron entonces la derrota electoral de Jimmy Carter. ¿Se plantean ahora alguna acción encaminada a derrotar electoralmente a Ronald Reagan?

R. Lo que nosotros hicimos entonces no tenía como finalidad la derrota electoral de Jimmy Carter. Para nosotros, ha cuestión de las personas no es lo prioritario. Nosotros no teníamos la intención de intervenir en los asuntos internos de E E UU. Sentíamos, y ello era importante, que la revolución de Irán, después de la victoria y tras la instalación del sistema de la República islámica, era objeto de complós por parte de los agentes de Norteamérica en el interior del país. Era obvio entonces que el centro del compló fuera el lugar donde se hallaban los norteamericanos, denominado Embajada de Norteamérica, donde los conspiradores gozaban de inmunidad diplomática. Esta ininunidad les permitía mantener cualquier contacto con las pensonas proclives a sus posiciones, sus agentes, y urdir diferentes planes. Entonces, para defender la revolución, surgió aquel movimiento nuestro. Como Carter y la corriente (el partido) dirigente en Norteamérica no pudieron entonces mantener una posición lógica y correcta ante nuestira acción, fracasaron.

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En aquellas fechas, muchos países europeos y asiáticos, incluso países islámicos, de diferentes formas y por distintos medios enviaron sus representantes a Irán para decirnos que Reagan era más peligroso que Carter. También nos pidieron que hiciéramos algo que permitiera a Carter permanecer en el poder, con el propósito de impedir la llegada de Reagan.

Para nosotros no contaban aquellos cálculos; nos daba lo mismo que estuviera Carter o Reagan, porque para nosotros no son éstos los que deciden. Para nosotros, ambos son representantes del imperialismo y el colonialismo. Cada uno tiene su métodos especiales para ejercer sus políticas agresivas. Por ejemplo, en relación con Israel, no podemos decir que Carter apoyara menos a Israel o que Reagan le apoye más; son los sionistas, que están tras las cortinas, los que toman las decisiones y apoyan a Israel.

P. ¿Cuál fue la rentabilidad política de la toma de la Embajada de Estados Unidos en Teherán, habida cuenta del aislamiento internacional que sufrió Irán a consecuencia de aquel hecho?

R. En la toma del nido de espías de Norteamérica nosotros, con aquella acción revolucionaria, salvamos a la revolución de la grave amenaza y de los complós de Norteamérica. Después del hallazgo de documentos en este nido de espionaje y del descubrimiento de personas de alto rango en el país que estaban relacionadas con Norteamérica, todos atestiguaron que si no hubiera habido tal acción se habría producido una situación muy perjudicial y la revolución podría haberse desmoronado.

De aquella forma, el peligro fue rechazado. Pese al pasado combativo de algunos de los miembros del Gobierno de entonces en Irán, aquel Gabinete (el del nacionalista-liberal Mehdi Bazargán) tenía una visión deficiente de los peligros que implicaba la política norteamericana y se había unido a aquellos que piensan que para poder resistir frente al peligro del comunismo hay que ponerse al lado de Norteamérica y mantener buenas relaciones con Washington.

Los elementos pronorteamericanos fueron denunciados y puestos al descubierto, arrestados y enjuiciados luego, y algunos se fugaron del país. Tras las revelaciones, aquel Gobierno renunció porque con tal visión no podía conjuntarse con el sentir del pueblo.

Las posiciones del imán Jomeini respecto a Nortearnérica se pusieron de relieve más claramente mediante esta acción. Fue una acción que, pese a todas las divergencias existentes, trajo la unidad de las masas.

También se produjo un cerco económico. Nosotros creemos que tras aquella acción Norteamérica nos impuso la guerra por medio de Sadam (Sadam Hussein, presidente de Irak).

Pero a pesar de la guerra y las amplias acciones de propaganda contra nosotros, la revolución sigue en pie y ha mantenido su atractivo entre los pueblos islámicos. Ha mantenido su línea de ni con el Este ni con el Oeste, se ha convertido en el movimiento antiimperialista más importante del mundo y ha llegado a su meta de exportar la revolución, porque la toma del nido de espías en realidad fue un aspecto de la exportación de la revolución islámica al mundo.

P. ¿Volvería a hacer lo que hizo?

R. Hoy no hay embajada norteamericana en Teherán.

P. Algunos sectores de la Prensa occidental aseguran que usted es el responsable oculto de la exportación de la revolución islámica y le atribuyen también la dirección secreta de las acciones antinorteamericanas en todo el Medio Oriente. ¿Qué dice usted a esto?

R. Nosotros no realizamos actos clandestinos. En nuestra oposición a Norteamérica y en la lucha contra ella, no los necesitamos. Todos saben que el objetivo principal de nuestra revolución es la lucha contra Norteamérica. Pensamos que la mayoría de los pueblos oprimidos, sobre todo los países islámicos, han sufrido las agresiones y la tiranía norteamericana.

P. ¿Puede exportarse la revolución iraní por medios pacíficos?

R. Tras seis años de revolución, ésta ha sido extendida pacíficamente. Nosotros no creemos ni en la violencia ni en la guerra para la exportación de nuestra revolución. Todavía más, la revolución islámica es antibélica y va contra la agresión. Es antinorteamericana debido al carácter agresivo y belicista de ese país. Es anti-Israel debido a las agresiones de este país y a la ocupación de Palestina. En la continuación de la guerra no buscamos la exportación de nuestra revolución, sino nuestra propia defensa.

P. Algunas personas piensan que cuando el imán Jomeini muera la revolución puede encontrar dificultades. ¿Qué piensa usted?

R. Es evidente que la muerte de una personalidad tan grande como la de Jomeini, que es la columna vertebral de la revolución, sería una gran pérdida para el país y cuando sobrevenga creará dificultades en el camino del avance del movimiento revolucionario. Pero lo que hay que tener en cuenta es que el Imán del Pueblo, (Jomeini), con su método de dirección y educación de nuestra sociedad, tanto antes como después de la victoria, ha elevado el nivel de conciencia del pueblo. El propio Imán ha dicho que el pueblo, con el desarrollo político que ha mostrado, cuando él muera no permitirá que la sociedad vuelva hacia atrás.

P. ¿Tiene Irán relaciones con la organización Jihad Islam¡?

R. Según mis informaciones, no existe tal relación. Los responsables del país han anunciado lo mismo. Me refiero a que no hay relación orgánica, de estructuras, pero nosotros elogiamos cualquier movimiento que vaya en contra de Israel, sea de una organización o de Gobiernos, y por ello recibe nuestra admiración. Apreciamos este movimiento y sus acciones desde el punto de vista político y propagandístico.

P. ¿Cuál es su función actual dentro del régimen iraní?

R. No tengo otra responsabilidad que la de ser el representante del imán Jomeini en la organización de las peregrinaciones a La Meca.

P. ¿Su retirada del Parlamento va a suponer su retirada de la política activa?

R. En el islam, la política es parte de la vida de una persona. Por eso nunca un musulmán la abandona.

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