La guerrilla salvadoreña y Duarte inician hoy el diálogo por la paz
La minúscula localidad salvadoreña de La Palma, en el departamento de Chalatenango, será escenario hoy de una trascendental experiencia, casi inédita en la turbulenta situación centroamericana. Cuando la campana de la iglesia de las diez, en el interior del templo se sentarán, frente a frente, el presidente de la República de El Salvador, el democristiano José Napoleón Duarte, y los más altos representantes de la guerrilla, levantada en armas desde hace más de cuatro años.
El pueblo, habitualmente controlado por la oposición armada, es desde el sábado tierra de nadie, de acuerdo con las exigencias planteadas por el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) para asistir al encuentro propuesto en las Naciones Unidas por Duarte.Guillermo Ungo y Rubén Zamora, principales líderes del Frente Democrático Revolucionario (FDR, brazo político de la guerrilla), llegaron ayer a San Salvador procedentes de Panamá, a bordo de un avión militar colombiano, escoltados por los embajadores de Colombia, Francia y Suiza. En representación del FMLN asistirán a la entrevista dos miembros de su dirección, muy probablemente los comandantes Joaquín Villalobos y Salvador Guerra. El obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, ha sido el principal mediador del histórico encuentro, después de que Duarte rechazara los buenos oficios del presidente de Colombia, Belisario Betancur, por creer que el futuro de El Salvador sólo debe ser competencia de los salvadoreños.
Duarte insiste en que su único objetivo, por ahora, es ofrecer personalmente garantías a los guerrilleros para que puedan participar en las elecciones legislativas y municipales previstas para el próximo año. Pero, como afirman los insurgentes, "hablar de elecciones es hablar de poder", tema tabú para la extrema derecha y amplios sectores de las fuerzas armadas.
El encuentro de La Palma coincide con las negociaciones que a partir de hoy mantienen en Madrid los representantes de las cancillerías de los cuatro países del Grupo de Contadora (México, Colombia, Venezuela y Panamá), llegados a España para recibir mañana, en Oviedo, el Premio Príncipe de Asturias a la cooperación internacional.
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