Soluciones aquilatadas para los españoles

Los expertos siempre han aconsejado que un 15% de las inversiones totales de un particular esté posicionado en oro. Pero la imposibilidad para el ahorrador español de acudir a los grandes mercados mundiales de metales, así como el tratamiento fiscal de este tipo de inversiones, no ha facilitado mucho su desarrollo en nuestro país, aunque, si se tienen en cuenta las compras de joyería, muchas veces con objetivos inversores, la situación cambia su sustancialmente.A la hora de introducirse en este mercado, el inversor debe saber qué es lo que realmente desea comprar. A la venta se ofrecen lingotes de un cuarto de onza, media y una onza, que deben estar convenientemente identificados y señalada su ley, es decir, el porcentaje de oro fino o puro (24 quilates) que contienen.

La pureza del oro se señala por sufineza (partes de 1.000) o por los quilates: 999,9 equivale a 24 quilates; 916 equivale a 22 quilates (22 partes de oro y 2 de aleación, la usual para la mayoría de monedas); 750 equivale a 18 quilates (18 partes de oro y 6 de aleación; se utiliza en joyería de alta calidad). También existen aleaciones de 14 quilates y otras aún menores.

Respecto a monedas, en el mercado se ofertan los krugerrands, la canadiense maple leaf (una onza de oro de 24 quilates), los sovereign británicos, la moneda mexicana de 50 pesos y la francesa Napoleón. También son muy demandadas las soviéticas Chevronetz, las de 100 coronas austríacas o las suizas Vreneli...

Lingotes o monedas deberán pagar el impuesto de lujo y supondrán para sus poseedores un problema de almacenamiento. Las cajas de seguridad de los bancos pueden ser una alternativa.

Sin embargo, los inversores que prefieran no tener fisicamente el metal pueden depositarlo en la Sociedad Española de Metales Preciosos (SEMP). El comprador adquiere el oro a través de una sociedad intermediaria al precio vigente ese día en el mercado de Madrid. El metal queda depositado en la SEMP hasta que el propietario del oro decida venderlo, para lo cual debe avisar a la sociedad intermediaria con 48 horas de antelación. El precio de venta será el delfixing de Londres de ese día. Así, el inversor no está obligado a pagar el impuesto de lujo, aunque debe hacer frente a las comisiones de compra y venta, cerca de un 20%.