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Pinone llevó la preocupación al Real Madrid

Luis Gómez

Hay un fenómeno meteorológico que sirve para conocer qué cosecha de baloncesto se ha producido en el pabellón del Real Madrid. Sea que el aire se condensa por efecto del aliento de 5.000 espectadores, de las bocanadas de humo furtivas de quienes eluden el cartel de prohibición, del sudor de los jugadores. Y, entonces, llueve en el pabellón, poco es cierto (caen gotitas), pero si lo suficiente como para que un empleado se pase más de medio partido secando el parqué. Y la lluvia es sinónimo de encuentro emotivo, como el que ayer ofrecieron Real Madrid y Estudiantes. Por eso llovió.Con Pinone recién afeitado, recién duchado tras 10 horas de vuelo, con el sueño sin cambiar, un poco lento pero ex profesional al fin y al cabo, el Estudiantes pudo competir y dar espectáculo. Ayer en el pabellón la demencia pudo disfrutar y provocar, sabedora de que los nervios flotaban en el ambiente. Ni más ni menos que el equipo estudiantil mantuvo a raya a los madridistas y llegó al final del partido con aire amenazador. A falta de siete minutos, el Real Madrid ganaba 76-75. A falta de 1.04, la diferencia era de sólo cinco tantos (91-86). El Estudiantes se perdió en una desesperada búsqueda de tiros de tres puntos, que provocó fallos consecutivos, que el Real Madrid disfrutara de sus únicos contraataques en el encuentro y que el marcador final señalara una diferencia engañosa.

Ya en la primera parte, las acciones de un Pinone que tiene mal tipo y parece todo menos un jugador de baloncesto, reflejaban que el Estudiantes mejoraba. Pinone y Russell pueden entenderse en acciones bajo la zona, porque ya lucieron algunas combinaciones vistosas. Pero es que, además, el Estudiantes tiene en sus filas a un jugador más que aceptable: Pedro Rodríguez, un pivot al que cuatro centímetros más de altura ya le hubieran supuesto una inclusión anticipada en la lista de los posibles seleccionables. Russell, Pinone y Pedro Rodríguez pesan mucho en el rebote. Cuando se ven apurados, no dudan en despejar de puños.

Y el Real Madrid que no encuentra descanso en su cancha. Tuvo que apoyarse en Jackson, en sus lanzamientos, porque Robinson se topó con Pinone, Iturriaga no está en forma, Corbalán abundó en despistes, que le reprocharon sus compañeros con cierto descaro, y Del Corral no parece una solución de urgencia.

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