Dependencia política en los telediarios latinoamericanos del Cono Sur
El golpe de Estado chileno de 1973 reforzó el control que el Estado tenía sobre la televisión. De los cuatro canales existentes, uno es del Estado y tres de las universidades, pero los de mayor fuerza son el estatal y el que controla la Universidad Católica. La programación Comienza a las ocho de la mañana y finaliza a la medianoche, y el infoz-inativo de mayor audiencia se ernite por el canal estatal a partir de las 20.30 con una hora de duración. La cultura escasea en unos telediarios en que lo social se instrumenta con alto conterÍdo político -inauguraciones-, o se manipula -jornadas de protesta-, sin queja más aparezcan los voceros de la oposición.Sin embargo, un hecho comprobado es que el falseamiento de la información baja la audiencia. En la primera Jornada de protesta contra el régimen, la televisión omitió esa información, pero a partir de la segunda, toda información destacaba la violencia y equiparaba la prAesta con el vandalismo. El canal gubernamental tenía un 30% de la audiencia y descendió hasta el 10%. A juicio de uno de los investigadores participantes en el Foro Internacional sobre Telediarios, en la televisión de Chile impera "la división entre el bien y el mal, que es la doctrina de los militares del Cono Sur".
La televisión peruana tiene una fuerte dependencia, en cuarito al modelo, de la norteamericana. La intervención gubernamental a principios de los setenta se reflejó en el mejor nivel de los informativos de opinión al hilo de la dorada época que se auguraba para el país.
La reprivatización de 1980 ha reforzado la formulación de los mensajes políticos ole signo opuesto a cualquier alternativa a la libre empresa. Ahora existen cinco canales de VHF y uno de UHF, todos privados. Existen cinco noticieros vespertinos de similar tono, aunque las cadenas más jóvenes son más sensacionalistas en afán de competir con las afianzadas.
El contenido político circula desde el seguimiento gubernamental y parlamentario, hasta su contraste. con la oposición, sindicatos y noticias sobre los senderistas. En los telediarios peruanos es normal ver 80 cadáveres y un periodista explicando las imágenes, o exponer con toda crudeza la matanza de periodistas acaecida recientemente en Uchuraccay. Diversas agencias estadísticas señalan que la televisíón en Perú goza de credibilidad.
El canal 'O Globo'
Hay expertos brasileños que explican que la gran audiencia del telediario de las 20.10 en el canal O Globo, se debe a que antes y, después se emiten telenovelas. La abundancia de seriales y películas conforma el bloque de la programación de las cadenas brasileñas.
El país de la samba dispone de siete canales privados y siete públicos, pero éstos no tienen cobertura nacional sino en sus respectivos Estados. Sao Paulo es el botón de muestra del resto por cuanto que allí se encuentran un canal público y seis privados, entre ellos los de mayor audiencia: Bandeirentes, Manchette, y el poderosísimo O Globo, el imperio personal -dispone de periódico -Y de red de radio- de un ciudadano llamado Roberto Marinho.
La desaparición de la censura, hace ahora dos años, tiñó de permisividad los telediarios y ahora O Globo apoya discretamente al candidato de la oposición.
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