Los telediarios adolecen de excesivas noticias políticas protagonizadas por sus líderes

Los telediarios adolecen, en todas las televisiones, de una abrumadora presencia de noticias políticas, y sus protagonistas son casi siempre los institucionalmente consagrados, de forma que la presencia del ciudadano en los telediarios está prácticamente vedada, según las conclusiones a que han llegado 25 investigadores del Foro Internacional sobre Información y Televisión, que se clausura hoy en Sevilla. Los contenidos de la información televisiva se refieren en la mayoría de los casos a las opiniones que vierten los líderes, casi siempre de carácter positivo, frente a la negatividad que caracteriza las noticias protagonizadas por ciudadanos sin calificación institucional.

El Foro Internacional sobre Información y Televisión, que se clausura hoy en Sevilla al tiempo .que se inaugura el I Festival y Muestra Internacional de Programas Informativos de Televisión, dará a conocer los primeros resultados de una serie de investigaciones, contenidas en aproximadamente 1.800 folios, sobre el análisis de los telediarios emitidos en hora punta por cadenas de televisión de los siguientes países: Brasil, Canadá, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Holanda, Hungría, Italia, Portugal, Suecia y Suiza. José Vidal Beneyto, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, dirige el seminario, en el que participan 25 investigadores españoles y extranjeros, entre ellos los directores de un conjunto de investigaciones sobre los telediarios realizadas por el Comité Internacional de Comunicación y Cultura (París), institución que preside el mencionado profesor.

Realidad e información

"La hipótesis inicial de la investigación", manifestó Vidal Beneyto en la intervención inaugural del seminario, partía del resultado del trabajo investigador anterior sobre telediarios, que había probado que los acontecimientos reflejados en la información televisiva, más que reflejar la realidad, eran una propuesta de la misma. Esta hipótesis descartaba como punto de partida la que se llamaba hasta entonces teoría del espejo de la realidad. La propuesta de realidad que hacen los telediarios es, según estas investigaciones, confirmación de lo que también había sido mostrado en investigaciones anteriores de carácter pionero, a saber, la hiperrepresentación del universo político en la información televisiva". "Esta hiperrepresentación de lo político asume modalidades muy particulares", según el director del seminario, "caracterizadas porque el contenido de la noticia no consiste en un hacer que modifica la realidad, sino casi siempre en un decir, que además, en la mayoría de los casos, es intencionado u opinativo: el presidente opina, el ministro opina que, el ministro piensa que, el director general tiene la intención de, etcétera. Cuando se trata de un hacer este hacer es casi siempre ritual: los políticos se reúnen y discuten, asisten y presiden banquetes, figuran en inauguraciones, etcétera".

Las malas noticias

Por lo demás, los protagonistas de esta presencia política son, en la casi totalidad de los casos, "los líderes institucionalmente consagrados y que responden a la estructura administrativa de las instituciones a que pertenecen". El resto de las presencias informativas en televisión, correspondientes al mundo social, económico, etcéteta, suelen estar también dominadas por los líderes ínstitucionales de dichos ámbitos, "de tal manera que al ciudadano de a pie te está casi vedada la presencia en televisión como no sea en función testifical o absolutamente anormal". Vidal Beneyto señaló que entre las conclusiones a que ha llegado este equipo internacional se constata el carácter positivo de las intervenciones que se realizan en el mundo político e incluso en el mundo social y económico de condición institucional, frente a la negatividad de aquellas acciones y comportamientos de que son protagonistas las personas corrientes.

"La conocida teoría de que sólo son noticias las malas noticias quedaría matizada", dijo el director del seminario, "en el sentido de que los creadores de malas noticias son las mujeres y los hombres corrientes sin calificación institucional, o bien los fenómenos naturales -el fuego, el agua, el viento-, y que, en cambio, la intervención de los agentes políticos e institucionales es la que afortunadamente arregla los desastres que los otros producen".

A ello contribuye la modalidad de presentación de las noticias, su fragmentación y brevedad, su carácter aparentemente neutral y sin historia, que "descontextualizan los acontecimientos que reflejan y los hacen prácticamente ininteligibles para el telespectador. La fragmentación de las noticias propias de los telediarios y que ofrecen una visión de la realidad desorganizada y caótica está ahí para que luego la presencia institucional política la redima del caos confiriéndole dimensión unitaria y sentido".

"El emisor anónimo, escoge además voluntariamente una formulación tecnificada, que crea una inevitable situación de dependencia por parte del telespectador y que revela la voluntad de desimplicación y de pasividad en la recepción del mensaje".