Doce muertos y siete heridos

Doce personas han muerto y otras nueve han sufrido heridas graves en Madrid en 1984 por disparos de agentes de la autoridad. En once ocasiones los disparos fueron realizados por funcionarios del Cuerpo Superior de Policía; en siete, por miembros de la Policía Nácional; en dos, por guardias civiles, y en uno, por un policía municipal.Los casos más controvertidos han sido dos de los cuatro registrados esta semana y la muerte de un joven marroquí en la Casa de Socorro de Centro, el pasado 19 de septiembre, que ha provocado la protesta de la Prensa del país magrebí. En septiembre, un niño de siete años resultó gravemente herido en Moratalaz por una bala de origen desconocido durante un tiroteo entre policías nacionales y presuntos atracadores.

Para la Dirección General de la Policía, el empleo creciente de las armas de fuego por sus funcionarios "obedece a la existencia de una numerosa delincuencia juvenil bien provista de armas, que no vacila en emplearlas ante tirios y troyanos, y que ha perdido el temor a los agentes de la autoridad. El mismo organismo recalca que resultan cada día más frecuentes los atracos de los que son víctimas policías. "Es como si el delincuente de hoy hubiera perdido el olfato que caracterizaba al de antes para reconocer al policía".

El Cuerpo Superior dispone de dos armas cortas reglamentarias: una pistola Star 28-PK, de 9 milímetros Parabellum, y un revólver Astra 38-SPL, y están autorizados a adquirir una tercera a su costa. Los oficiales de la Guardia Civil pueden disponer de tres armas cortas, pero tienen que comprarlas ellos.

Las armas reglamentarias de la Policía Nacional son las pistola Star 28-PK y Star normal, y el subfusil S-70, en vías de sustitución por la escopeta Franchi del 12,70. Algunos agentes llevan aún revólver Astra. Las armas de los guardias civiles son la pistola Star, el subfusil Z-70 y el subfusil Cetme. Los miembros de los cuerpos de seguridad del Estado están autorizados a llevar armas fuera de servicio. Si no intervienen ante la comisión de un delito, pueden ser acusados de omisión del deber.