El inspector que hirió a un camarero, ingresado en el psiquiátrico
El inspector de la comisaría de policía de La Latina, que hirió gravemente el pasado martes de un disparo a Rafael Gil Navarro, camarero del pub Milos II, situado en la Cuesta de Santo Domingo, ha sido internado en la sección de psiquiatría del Hospital Provincial por prescripción facultativa, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía. El inspector, cuyo nombre responde a las iniciales J. M. C. V., aseguró a los policías y los médicos, poco antes de ser internado en el psiquiátrico, que alguien iba a secuestrarle y quería atentar contra su vida.El funcionario, que celebraba en el pub, junto con dos inspectores de policía amigos, la festividad del santo Ángel Custodio, patrón de la policía, inició antes una discusión con su esposa, motivada, al parecer, por celos. La mujer abondonó el local con la intención de regresar a su domicilio. Tras ella salió el marido, que, preso de gran excitación, efectuó en la calle dos disparos al aire, según la policía.
El inspector volvió al pub con el revólver en la mano y se situó en la barra. Tanto unos amigos suyos como uno de los camareros intentaron mediar para que guardara el arma, sin conseguirlo. El inspector disparó instantes después contra el empleado Rafael Gil, al que hirió gravemente. En medio de la disputa llegaron dos inspectores de servicio, que habían sido avisados por los dos inspectores amigos del agresor, y le desarmaron.
El herido fue trasladado urgentemente a la clínica de la Concepción, donde se le intervino quirúrgicamente. Rafael Gil, que fue alcanzado por un proyectil que le atravesó el pulmón, y se quedó alojado en el hemitórax, evoluciona favorablemente en la Unidad de Vigilancia Intensiva.
El inspector causante de la agresión fue llevado desde la comisaría de La Latina a la Dirección de la Seguridad del Estado, donde los médicos, tras comprobar su estado, decidieron, su traslado a la sección de psiquiatría del Hospital Provincial. Fuentes médicas aseguraron que el inspector, que está vigilado en el centro hospitalario por tres policías, afirma que no recuerda nada de lo sucedido.
Fuentes de la Jefatura Superior de Policía informaron ayer que al funcionario se le ha abierto un expediente gubernativo, que puede ocasionarle la separación de la policía por incapacidad.Por otra parte, los dos presuntos atracadores Juan Francisco Sánchez Calero, de 24 años, y Antolín Serrano González, de 22, muertos el pasado martes por los disparos que efectuó un inspector de policía al que intentaron robar junto a un cajero automático de la calle de Uruguay, no quedaron tendidos en el suelo tras recibir los disparos, sino que, en unión de un tercer asaltante, se dieron en principio a la fuga, en contra de lo que informó la policía en un primer momento (véase EL PAÍS de 3 de octubre).
La Jefatura Superior de Policía puntualizó ayer que Sánchez fue recogido por un coche patrulla en la calle de Víctor de la Serna, y Serrano huyó hasta la calle de Puerto Rico, donde una persona le prestó ayuda y le trasladó al hospital de San Rafael donde los facultativos sólo pudieron certificar su muerte. La policía ha intervenido una navaja y, según un testigo, el atracador huido llevaba un estilete en la mano.
Los dos fallecidos, según señaló la policía, tenían antecedentes por delitos contra la propiedad.
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