Abierto un expediente administrativo a la empresa española que contrató a la tripulación del 'Izarra'

La Inspección del Ministerio de Trabajo en Bilbao ha iniciado un expediente administrativo contra la Marítima África Spain Line, responsable de la tripulación del petrolero Izarra, detenida en Nigeria desde el pasado 19 de junio por un presumible delito de contrabando de gasóleo, por no haber registrado a la mayoría de los mismos. "La Marítima se verá obligada a abonar al Estado más de cinco millones de pesetas por estas presuntas irregularidades", según manifestaron fuentes administrativas.

De los 28 marineros con que cuenta el barco, solamente aparecen registrados el capitán, José Luis Peciña, y el jefe de máquinas, Luis María Diez Ruiz. Por ello, la Administración ha dejado de recaudar 4.300.000 pesetas por concepto de cotizaciones de los 26 marineros restantes. A esta cantidad hay que sumar 750.000 pesetas de recargo y una multa de 40.000 pesetas. La Administración de Trabajo ha comprobado que los restantes 26 marineros iniciaron su relación contractual con la Marítima en enero de 1984, quedando todos incorporados a la misma antes del mes de abril.

El Izarra pertenece a la naviera francesa Petromer y opera con la compañía panameña Domaco Holding Incorporated. Sin embargo, el fletador del buque, José María López Tapia, que se vio implicado en marzo de 1980 en la quiebra de la naviera Letasa, tiene un contrato tipo leasing -alquiler que acaba en compra- con la compañía francesa para la compra definitiva del buque. La Marítima África Spain Line, con sede en Bilbao, actuaría de intermediaria del fletador del buque y de la empresa francesa.

Por otro lado, ayer se conoció que la tripulación del Izarra tiene prohibido abandonar el petrolero, según informó Juan Bartolomé, médico del Instituto Social de la Marina (ISM) que viajó desde Madrid al puerto nigeriano de Calabar la semana pasada. Anteriormente, los marineros del Izarra podían circular por el puerto e incluso visitar la ciudad. Sin embargo, "los abusos cometidos por la tripulación en cuanto a libertad de movimientos han obligado a las autoridades nigerianas a recluirlos en el petrolero", dijo el médico. Tres soldados de la Marina nigeriana controlan a la tripulación en el barco, aparte de las fuerzas de seguridad que se encuentran en el puerto.

"La salud de la tripulación es correcta, debido a una buena prevención del paludismo con que han sido tratados", añadió Juan Bartolomé. El cómputo de marineros afectados por la malaria ha descendido de seis a ninguno en la actualidad. Asimismo, las autoridades nigerianas están dando todo tipo de facilidades en cuanto a asistencia sanitaria, según expresó el médico del ISM.

Juan Bartolomé viajó a Nigeria el pasado 22 de septiembre y permaneció en el puerto de Calabar hasta el día 28, tiempo en el cual examinó a todos los tripulantes y al capitán del buque, José Luis Peciña, aquejado de dos úlceras y fuertes depresiones. La radio del buque prosigue clausurada, aunque se podría abrir en caso de necesidad médica, según aseguraron a la tripulación las fuerzas de seguridad del puerto.

El puerto de Calabar dispone de un médico nigeriano al que puede recurrir la tripulación del Izarra. Para primeras curas, los marineros del petrolero recurrían hasta el momento a Juan Manuel Fernández Arrizabalaga, segundo oficial del petrolero y responsable del botiquín del buque.

Por otra parte, los familiares de la tripulación elaboraron recientemente un comunicado en el que amenazan con "desvelar la verdadera personalidad de quienes son responsables directos de las operaciones mercantiles realizadas tanto en Nigeria como en algunos puertos españoles". También señalaban que "la retención del capitán y tripulación del Izarra en Calabar no tiene ningún tipo de justificación, ya que está totalmente demostrada la inocencia de éstos, pues no cabe responsabilizar de un presumible delito de Contrabando a quienes se han limitado simplemente a tomar un cargamento de gasóleo en presencia del armador del barco y de las autoridades nigerianas".