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CeIso Tavera

El pintor expone en Madrid después de ser procesado como presunto falsificador

El pintor zamorano Celso Tavera de 53 años, expone desde ayer en Madrid una colección de 32 obras. Procesado junto a Julio Prado y Colón de Carvajal por presunta falsificación de pinturas de algunos de los más importantes autores españoles y extranjeros, Tavera no quiere hablar más de este suceso, "porque he presentado un recurso ante la Audiencia Provincial y el tema está sub júdice".

Sentado en una de las butacas de la escasamente iluminada sala del Círculo de la Unión Mercantil e Industrial, donde se exhiben sus pinturas durante 15 días, Celso Tavera se muestra nervioso e inquieto ante la perspectiva de ser entrevistado. Pide a su marchante, Juan José Núñez, y a uno de sus siete hijos que permanezcan junto a él durante su conversación con la periodista. Después, delega en su representante para responder a la mayor parte de las preguntas. Cuenta que las 32 obras que ahora expone, paisajes de Madrid y sus alrededores realizados con espátula ("soy uno de los mejores espatulistas; y no crea, son muy pocos los pintores que se pueden atrever con esta técnica"), han sido realizadas, durante los últimos cuatro años. El escándalo de su procesamiento le supuso un gran parón artístico, pero asegura que las necesidades económicas le han forzado a salir de la depresión.

"¿Que cómo me afectó todo esto? He sufrido una pérdida de moral grandísima. He estado casi paralizado. Y a esto añada que he perdido más de 40 millones de pesetas en gastos del juzgado, además de que no he podido recuperar las 19 obras que eran de mi propiedad y que permanecen precintadas hasta que se pronuncie la Audiencia".

Pero de este tema no quiere hablar más. Si se le insiste, echa mano al audífono que lleva en la oreja izquierda y asegura no oír nada, de forma que es el marchante el encargado de responder que "todavía está saliendo de la depresión y que mejor obviar el tema. Lo único bueno de todo ello es que él se ha encontrado a sí mismo como artista".

El audífono le funciona mejor cuando el tema de conversación es su pintura o sus móviles artísticos. ¿Por qué pinta paisajes? "Porque es lo que mejor se vende", responde. "Hace más o menos 15 años que solamente pinto paisajes. Si hiciera lo que a mí me gusta, trabajaría con figuras, pero el público paga y hay que darle lo que pide".

De las personas que se incluyen entre su público no da nombres orientativos y asegura que hay todo tipo de gentes. El precio de venta de sus paisajes está entre las 75.000 y las 500.000 pesetas. Asegura que lo que ahora expone aquí lo tiene ya todo vendido en Miami (Tavera asegura que en Boston y el marchante le corrige con un punto de enfado), con unos galeristas norteamericanos.

Celso Tavera, cuya obra ha sido exhibida en numerosas exposiciones, asegura que su futuro está en seguir pintando, "porque desde los 18 años vivo de esto y es lo único que sé hacer. Todos mis ingresos vienen de mi trabajo, y desde que me ocurrió todo este desagradable asunto no he vendido nada de nada. Tengo que recuperarme y seguir como siempre. Pintando y vendiendo mi obra".

A la inauguración de la exposición no ha invitado a ningún colega ni a gentes del mundo del arte, porque siempre he sido un artista solitario que me he dedicado exclusivamente a lo mío. Mis únicas inquietudes están en el arte y no me importa ninguna otra cosa".

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