Pedro Domínguez Agüero,

brujo y curandero popular de Montevideo, reflexiona en el penal de Tacumbo por qué no funcionó esta vez su hechizo y qué.hizo que su famoso bebedizo, en vez de curar, volviera locos a sus pacientes. Entre tanto, los siete jóvenes que se prestaron a probar su filtro han sido internados en un cetitro psiquiátrico. El misterio se completa si se tiene en cuenta que no se sabe tampoco qué enfermedad padecían los jóvenes, de ambos sexos, y con edades entre los 15 y los 21 años. Lo cierto es que después de beber el néctar, en el que el hechicero había puesto un poco de mirra, los muchachos sintieron una especie de mareo y de espasmos que se repiten todos los días a la misma hora. El hechicero intentó poner a los enfermos bajo el amparo de la Virgen de Caacupe, el santuario más popular del país. Pero los responsables del templo avisaron a la policía.