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La quinielas recaudaron 2.600 millones menos de los previstos

Las quinielas, en las cuatro jornadas que se llevan jugadas esta temporada, es un negocio ruinoso para el Patronato de Apuestas Mutuas. La huelga de futbolistas, por la que en una ocasión se disputaron los partidos con juveniles y aficionados, y en otra se echó mano del bombo para sortear los signos de los encuentros que no llegaron a celebrarse, influyó decisivamente en la reducción de los ingresos. "Las recaudaciones obtenidas hasta ahora suponen pérdidas para el patronato. No hemos sacado siquiera para pagar el coste de los boletos", aseguró el administrador general, Javier de Górgolas. En las cuatro jornadas disputadas se han recaudado 2.589.309.325 de pesetas menos que la temporada pasada. La regresión recaudatoria puede continuar al negarse los clubes a facilitar el calendario de Liga y el patronato verse obligado a imprimir boletos sin los encuentros, lo que sucederá a partir de la séptima jornada.Las recaudaciones de las cuatro primeras jornadas de esta temporada fueron, sucesivamente, 975.788.325, 522.836, 522.836.505, 471.881.545 y 994.952.490 pesetas. Estas cuatro jornadas suman una recaudación total de 2.965.468.865 pesetas, cuando el mismo número, en la temporada anterior, proporcionó 5.554.778.190 pesetas. Cada una de las cuatro primeras jornadas de la pasada temporada superó los 1.000 millones de pesetas, cifra que todavía no se ha alcanzado en la presente.

El patronato previó para esta temporada un incremento general o total de un 2% sobre la pasada. Ese incremento, para estas cuatro primeras jornadas de esta temporada, se cifró en un 10%. Pero los datos no han podido ser más elocuentes: se ha recaudado el 46,5% menos que la pasada temporada y un 50% menos de lo presupuestado.

Estas reducciones afectan también considerablemente a la distribución de los ingresos totales y a aquellos organismos que los reciben: acertantes (55%), Consejo Superior de Deportes (22%), diputaciones provinciales (11%), patronato (11%) y clubes con jugadores profesionales (1%). Según las cifras presupuestadas a principio de temporada, el CSI), o, lo que es lo mismo, la Administración, ha dejado de percibir unos 700 millones de pesetas, y la mitad, por tanto, las diputaciones provinciales y el Patronato, y casi 40 millones los clubes.

El patronato no ha ingresado siquiera el dinero suficiente para sufragar el coste de los boletos, con lo que su personal laboral, según su administrador general, Javier de Górgolas, ha podido percibir sus pagos gracias al remanente de temporadas anteriores. El patronato tiene que descontar del 11% que le corresponde de los ingresos totales de las quinielas un 7,732%, del que un 6% se destina, en concepto de comisión, a pagar a los despachos de boletos, y el resto, 1,732%, a los delegados provinciales. Al patronato, por tanto, le resta recibir algo más de un 3%, que en estas cuatro primeras jornadas apenas bastó para sufragar los gastos de los boletos, cuya sola impresión supuso unos 100 millones de pesetas. El patronato imprimió un total de 86 millones de boletos, correspondientes a_las cuatro primeras jornadas ya celebradas. El precio de cada boleto supera la peseta.

Grave situación

La grave situación de las quinielas de fútbol no tiene perspectivas demasiado optimistas para solucionarse. El patronato ya dio órdenes a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de imprimir los boletos correspondientes a la séptima jornada sin los partidos que se disputarán en la misma, al no conocer su emparejamiento con tiempo suficiente, debido a que los clubes no acceden a facilitar el calendario, sorteado ante notario y que se proporcionará jornada tras jornada.El administrador general del patronato intentó el pasado miércoles ponerse en contacto telefónico con el presidente de la Liga profesional, Manuel Vega Arango, a quien llamó a su oficina, pero estaba ausente. En la federación le indicaron que el asunto se podría tratar en la reunión que hoy celebrará el Comité Ejecutivo de la Liga Profesional.

El Comité de Fútbol Profesional no tiene intención alguna de modificar su decisión. Si lo hizo en una oportunidad, al facilitar los partidos de la quinta y sexta jornada, fue "en señal de buena voluntad", como aseguró Vega Arango, actitud que se le criticó por ciertos dirigentes de clubes, uno de los cuales, perteneciente a Segunda División, originó algunos problemas porque se opuso a tal concesión.

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