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Fraga provocó un avance del debate sobre 'el estado de la nación'

Felipe González, presidente del Gobierno, y Manuel Fraga, principal dirigente de la oposición conservadora, hicieron ayer en el Congreso un adelanto de lo que será el debate sobre el estado de la nación. Fraga planteó una interpelación urgente sobre política económica, seguridad ciudadana y desarrollo autonómico, y acusó al Gobierno de engañar al país al no haber cumplido el compromiso adquirido en las resoluciones de septiembre de 1983. La discusión entre ambos líderes estuvo salpicada de silogismos, referencias a la religión, el materialismo, Dios y la patria. En el intercambio de opiniones Felipe González resaltó los logros de la política económica gubernamental.

Manuel Fraga no recurrió ayer a los ejemplos de la lentejilla francesa o el arroz en saquito, pero en su disertación incluyó datos sobre resoluciones incumplidas, como la regulación de la contratación laboral temporal, la revalorización automática de las pensiones, el plan global sobre ocupación juvenil, la política económica fomentadora del impulso de la inversión privada, la profundización en el desarrollo de las libertades y la aplicación constitucional en política autonómica.Según Fraga, el Gobierno actual ha acentuado la crisis económica, y, citando la última Encuesta de Población Activa, sacó a relucir el dato de que de enero de 1983 a finales de junio del presente año han resultado destruidos 384.300 puestos de trabajo.

Fraga recurrió a los datos ofrecidos por el fiscal general del Reino y a las reformas legislativas que permitieron la salida de las cárceles de presuntos delincuentes, que produjeron un incremento estadísticos en los delitos contra la propiedad. En su repaso a los temas que más preocupan a la derecha, aludió a la ley orgánica del Derecho a la Educación (LODE) y a la libertad sindical, y al hacer referencia al problema autonómico dijo que no se ha avanzado nada en el desarrollo del Estado de las autonomías, y acabó remitiéndose a su reciente viaje a Estados Unidos, en donde ha observado que es una nación que se mueve "en torno a las ideas de Dios y de patria para levantar al país. Hagamos lo mismo".

El presidente del Gobierno comenzó su réplica por advertir a Fraga que se ha contaminado en uno de sus últimos viajes de la simbiosis política-religión propia de los países de Oriente Próximo.

González recordó su dato preferido, el producto interior bruto (PIB), que ha crecido el 1% en España, cuando en la Comunidad Económica Europea sólo lo ha hecho en el 0,8%.

El presidente del, Gobierno afirmó que se ha producido un fuerte crecimiento en la exportación, una reducción de la inflación, y se está haciendo un gran esfuerzo, no sólo para frenar el déficit público, sino para reducirlo.

La falta de flexibilidad en la contratación la cargó al debe de los Gobiernos de derechas, y respecto a la seguridad ciudadana se mostró orgulloso del desarrollo legislativo llevado a cabo porque 13 leyes aprobadas son garantía de las libertades.

Más decretos y menos conflictos

En materia autonómica aseguró que su Gobierno ha aprobado más decretos de transferencias que los anteriores, y ha creado menos conflictos de competencias ante el Tribunal Constitucional. Respecto a la alusión de Fraga a declaraciones recientes en las que se contenían deseos de cambio en la Constitución, González replicó que "cualquiera puede pedir la modificaci6n de la Constitución; otra cosa es que tenga los votos del pueblo español, que es lo que tengo yo como presidente del Gobierno".

Fraga, en su siguiente intervención, acusó al presidente de haber recurrido a tópicos conocidos y a hacer de oposición de la oposición.

En su conclusión, tras recordar que la peseta está por los suelos, afirmó que la confianza es espíritu, es ilusión y no materialismo" Recogió de nuevo el guante González y dijo que quienes recurren a Dios y a la patria tienen el espíritu donde tienen la cartera, y cuando las cosas van mal se llevan el dinero fuera de España. La peseta, según González, se ha revaluado con respecto a las monedas europeas.

En fijación de posiciones, el ex ministro centrista Luis Ortiz (UCD) compartió en buena medida las palabras de Fraga. Consideró que se ha producido un incumplimiento sistemático de los compromisos adquiridos con motivo del debate sobre el estado de la nación y aventuró a los socialistas que de ello hallarán respuesta en las próximas elecciones.

Miquel Roca, por la Minoría Catalana, se limitó a decir que el debate sobre el estado de la nación debería haber sido adelantado, y mostró su conformidad con que el Gobierno comparezca ante el Senado para tratar el problema autonómico. No obstante, Roca recordó que también debe estar incluido en el temario del Congreso de los Diputados.

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