El Gobierno y los rebeldes de Chad acogen con escepticismo el acuerdo alcanzado por Francia y Libia

El reciente acuerdo franco-libio de retirada total y simultánea de Chad, aunque acogido favorablemente en varias capitales africanas y occidentales, parece suscitar un cierto escepticismo, tanto en el Gobierno de Yamena como en el Gobierno de Unión Nacional de Chad (GUNT) de Gukuni Uedei.

Fue el presidente libio, Muamar el Gadafi, quien tomó la iniciativa de invitar al ministro francés de Asuntos Exteriores, a quien Gadafi recibió en la tarde del pasado sábado, para exponerle su disposición a retirar sus tropas de Chad a cambio de un gesto similar de Francia. El domingo, después de un viaje relámpago de Cheysson a París para informar al presidente Mitterrand y al primer ministro, Laurent Fabius, los dos ministros de Asuntos Exteriores, Claude Cheysson y Alí Triki, concluyeron el acuerdo.A pesar de todo, tanto Libia como Francia han proclamado su disposición a regresar a Chad "en caso de intervención extranjera y si los chadianos -el legítimo presidente es Hissène Habré, para Francia, y el GUNT, para Líbia- lo solicitan".

Auzu es Libia

Cuando el ministro chadiano de Exteriores hizo esta declaración, todavía no había oído a su colega libio, Alí Triki, quien afirmó a la radio francesa que "Libia no se retirará de la franja de Auzu porque ésta es parte integrante de Libia y no es objeto de discusión entre nosotros y ningún otro Estado".

Francia y Libia han reiterado, además, sus respectivas posturas con respecto al aspecto político del problema chadiano. Para Francia, Hissène Habré sigue siendo "el presidente légitimo de Chad, a quien va todo nuestro apoyo", según Cheysson, y para Libia, según Triki, "seguimos apoyando al GUNT, que es el Gobierno legítimo de la OUA, creado por los acuerdos de Lagos".

Sí la solución militar parece en vías de conseguirse, no ocurre lo mismo con la solución política. Los partidarios de Gukuni Uedei han afirmado que "Hissène Habré tendrá que mostrarse ahora más razonable", y han confirmado que, para ellos, eso consiste en la reactivación de los acuerdos de Lagos, ahora bajo la forma de la prevista reunión de todas las tendencias en Brazzaville (Congo). El presidente de dicho país, Sasu Negueso, ha afirmado que confía en poder celebrar esa reunión para poder acudir a la próxima cumbre de la OUA, en noviembre, con una solución del problema de Chad.

LA OUA acogió con satisfacción el acuerdo franco-libio y reiteró su deseo de encontrar "la integridad territorial de Chad". En el mismo sentido se expresaron el secretario general de la ONU, Pérez de Cuéllar, y un portavoz del Departamento de Estado norteamericano. Este último insistió, no obstante, en la necesidad de "lograr la integridad territorial de Chad".

En Marruecos, donde todo el mundo, oficial y extraoficial, se encuentra aún ocupado por la boda de la princesa Lalla Mariam, hija del rey Hassan II, aún no hubo reacción oficial, aunque algunos periódicos y políticos intentan asociar este acuerdo con el tratado libio-marroquí de Uxda. Ello a pesar de que los principales protagonistas del acuerdo franco-libio han declarado que lo alcanzaron directamente entre ellos. De hecho, en la capital marroquí se ve con alivio este entendimiento, que hubiera podido colocar a Marruecos en un serio aprieto en caso de confrontación armada libio-francesa en Chad, ya que el artículo 12 del Tratado de Uxda habría obligado a Marruecos a considerarse agredido por Francia si Libia se estimaba agredida.