En libertad los dos arrestados junto al guardia civil al que se ocupó heroína

Los dos hombres que fueren detenidos en San Lorenzo de El Escorial junto al sargento de la Guardia Civil Manuel Mielgo Lera, a quien se encontraron casi dos kilos de heroína, han sido puestos en libertad. Uno de ellos, Juan Carlos Pérez de Villar, vecino de la misma localidad, ha manifestado a este periódico que fue liberado sin cargos, a las pocas horas de la detención, por los propios agentes del Grupo Antidroga de la Guardia Civil que realizaron la operación.Pérez de Villar ha relatado que se encontraba tomando una copa, el 29 de agosto, a las 10 de la noche en el restaurante El Álamo, en compañía de Manuel Mielgo -al que conoce desde hace años-, la mujer de este y un hombre, que aquel prefirió no identificar. A esa hora, un grupo de personas que se identificaron como guardias civiles, vestidos de paisano, detuvieron a los tres hombres y les condujeron al puesto de la Guardia Civil de El Escorial.

Después fueron trasladados a la sede de la Dirección General de la Guardia Civil, en la calle de Guzmán el Bueno, en Madrid. En el transcurso de la operación se encontraron 1,9 kilos de heroína escondidos en el domicilio de Manuel Mielgo, en la calle de Velázquez, en San Lorenzo de El Escorial.

Juan Carlos Pérez de Villar manifestó que estuvo retenido por la Guardia Civil unas ocho horas, "hasta que quedó demostrado que yo no tenía nada que ver con el asunto y me dejaron en libertad". En la información publicada por este periódico el pasado miércoles 12 de septiembre ya se señalaba que junto con el sargento habían sido detenidos dos hombres más, de los que, ante, la falta de datos facilitados por las autoridades, "no pudo confirmarse tampoco si han pasado a disposición judicial".

También quedó en libertad la otra persona que fue conducida aquella noche a las dependencias de la Guardia Civil. Pérez de Villar afirmó que no ha vuelto a tener noticias del caso y que durante su retención no llegó siquiera a ser interrogado.

Por otra parte, siguen sin conocerse aspectos importantes del caso como los referidos a los contactos de Manuel Mielgo con el tráfico de drogas, que le permitían manejar cantidades tan importantes de heroína.