El protagonismo de Umbral
Umbral se ha propuesto ser el pequeño Proust de la jet society. Es menos irónico, igual de tierno y a veces más agresivo. Lleva un abrigo de Pierre Cardin, como Proust lo llevaba de pieles. Es cuestión de llamadas, procedencias, refugios y destinos. Umbral habla mucho de jóvenes musas, self-made women sentimentales. Son la imagen cóncava de aquellas hadas Guermantes que cortaron la coleta a Proust. Todo tiempo pasado fue distinto.Hay un Umbral, me parece, de tristeza caduca, reunión otoñal, cano y gafotas, muy lúcido y muy triste. Umbral participa f se aleja haciendo la crónica sentimental de la jet. Revista del corazón para intelectuales de la generación de EL PAIS. Su asma muda es de corazón atento. Nos humaniza el zoo de Marbella. En su bestiario hay quien ama y vive de verdad, aunque sea por el mucho ocio.
La jet de Proust le debe su eternidad. Después de muchas fiestas, se echó en la cama para ver lo que había pasado. Umbral escribe con la mirada del día siguiente. Cuestión de perspectivas. Otro Umbral, dentro de algún tiempo, será capaz de recordar. Es un superdotado, no un espejismo de la crisis, aunque a veces lo parezca. Sean sus ojos los que nos, hagan las fiestas transparentes, y no los vestidos. La jet se deja querer, le gusta el ingenio; pero, llegada la hora, sólo se preocupa del color de sus sandalias.
Umbral debe, además, como aquél, hacer la crónica de la jet de arrabal. Su Diccionario cheli va siendo un libro de consulta para hispanistas; por eso da tanto dinero.-
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