Eva María Ferreiro desconoce aún que está herida a raíz de un antentado realizado por ETA
La niña Eva María Ferreiro, gravemente herida hace 20 días en un atentado de ETA contra el cuartel de la Guardia Civil de Las Arenas (Vizcaya), ha superado ya los efectos del traumatismo craneal que hizo temer por su vida y ha iniciado los ejercicios de rehabilitación destinados a recuperar la funcionalidad de sus extremidades del lado izquierdo, afectadas de parálisis residual. Por primera vez desde al atentado, la niña fue ayer autorizada a conversar con los periodistas, si bien evitando toda referencia a las causas de sus heridas, que Eva María desconoce aún.Con la cabeza rapada y el rostro muy serio, Eva María, rodeada de muñecos llegados desde toda España, tuvo interés primordial, al ver los micrófonos y magnetófonos de los informadores, de enviar un saludo "a María Fernanda, que es una amiga mía del colegio". Con una pierna enyesada, huellas visibles de los efectos de la metralla incrustada en diversas partes de su cuerpo, la niña sólo dijo que le dolía el oído, "porque cogí frío cuando me bajaban al gimnasio".
Su vida en el hospital se reduce, según ella, a "comer, hacer los ejercicios en el gimnasio, recibir las curas de los médicos y hablar con Laura". Laura es una niña con la que comparte la habitación 518 en la planta de pediatría. Eva María, que en los primeros días, semiinconsciente, hablaba de la bomba, está ahora confusa sobre el origen de sus heridas y tiende a pensar que sufrió una caída de la bicicleta con la que jugaba antes de la explosión de la granada.
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