Dos jóvenes asesinan de disparos a bocajarro al presidente de la patronal sevillana en el interior de una de sus imprentas
Rafael Padura, presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla, fue asesinado a mediodía de ayer por dos desconocidos en una imprenta de su propiedad, en la capital andaluza. Padura recibió dos disparos, uno de ellos en la nuca, y aunque fue trasladado con urgencia a la residencia sanitaria Virgen del Rocío nada se pudo hacer por salvar su vida. El asesinato fue reivindicado por los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) a las 17.15 horas de ayer, en llamada telefónica a Radio Nacional de España en Sevilla, confirmando las sospechas de las autoridades, dada la coincidencia con los sucesos de Madrid y La Coruña y el hecho de que ayer fue el aniversario de la muerte del grapo Enrique Cerdán Calixto.
Según el relato de los testigos, hacia las once de la mañana de ayer se presentaron en la imprenta de la que era propietario Rafael Padura -situada en la calle de Luis Montoto, 140, de Sevilla- dos jóvenes vestidos con chándal y "de mal aspecto", según manifestación de uno de los empleados, que preguntaron por el propietario. Se les informó que no llegaría hasta una hora más tarde.Sobre las 12.20 horas regresaron los mismos dos individuos, y, al saber que Rafael Padura ya se encontraba en el local sacaron sendas pistolas, con las que conminaron a los empleados a entrar en una de las dependencias del local, donde les encerraron. Después condujeron a Rafael Padura a su despacho privado, donde le obligaron a sentarse en su silla y le dispararon a bocajarro.
Al parecer, y aunque la policia no ha dado ninguna nota sobre el asunto, una de las balas le entró por la nuca y le salió por un ojo. Los asesinos abandonaron rápidamente el local y nadie pudo ver si huían a pie o en algún automóvil.
Poco después llegó otro empleado a la imprenta, con lo que pudo liberar a sus compañeros y llamar rápidamente a una ambulancia para el traslado del propietario a la clínica Virgen del Rocío. Cuando fue recogido aún se mantenía con vida, pero al parecer ingresó ya cadáver en la citada residencia sanitaria.
Las autoridades relacionaron inmediatamente el crimen con los GRAPO, tanto por la coincidencia de esta acción con las de Madrid y La Coruña como por el hecho de que desde hace algunas semanas se había detectado la presencia de un grupo de los GRAPO en Sevilla. En febrero, algunos importantes profesionales de Córdoba y Sevilla habían recibido cartas en las que se exigía el pago de un impuesto revolucionario.
En lo que va de año se han producido atentados de escasa importancia en Sevilla, todos ellos reivindicados por los GRAPO. Se trataba de la colocación el pasado 16 de febrero de una bomba en el instituto de formación profesional Guadalquivir y atentados similares los días 30 de mayo y 6 de julio en sendas oficinas de recaudación de impuestos. Ninguna de las tres explosiones produjo víctimas.
Igualmente, hace algunas semanas los GRAPO reivindicaron atentados contra las oficinas de Renault y Citroën en Granada, lo que se interpretó como un principio de colaboración de los GRAPO y ETA por coincidir con la última campaña de la organización terrorista vasca contra empresas, o propiedades francesas en España.
Rafael Padura no tenía protección oficial ni la había solicitado. Alfonso Garrido Ávila, gobernador civil de la provincia, que visitó la imprenta hacia las 14.15 horas y mantuvo un cambio de impresiones con los policías que se encontraban en el lugar, manifestó a este periódico que en los últimos días de julio había mantenido un contacto con la víctima y le había preguntado si sufría amenazas o requería algún tipo de protección, a lo que Padura le contestó negativamente: "Era un hombre alegre y animoso, y creo que, aun en el caso de haber sufrido directamente alguna amenaza, no le habría concedido importancia o, en cualquier caso, no hubiera querido una protección que pudiera alarmar a su familia".
En el despacho de la víctima, en cuyo suelo se advertía un gran charco de sangre, fueron recogidos dos casquillos de bala.
Un aliancista acusa al PSOE
El presidente de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla, suspendió la visita que tenía previsto efectuar a la provincia de Cádiz y acudió a la clínica Virgen del Rocío hacia las 13.30 horas acompañado por el consejero de Gobernación del Gobierno autónomo, José Miguel Salinas. En los pasillos del centro se encontró con Pedro Albert, destacado miembro de AP en Sevilla, por cuyo partido se presentó como cabeza de lista a la alcaldía en las últimas elecciones.Según informaron testigos presenciales, Albert increpó al presidente andaluz: "Vosotros, los socialistas, tenéis la culpa de lo que está pasando por falta de autoridad". Rodríguez de la Borbolla le respondió con moderación que aquel no era momento para un reproche de ese tipo, y el incidente no tuvo mayor alcance.
Hacia las 17.15 horas, en Radio Nacional de España en Sevilla se recibió una llamada telefónica en la que una voz masculina, entrecortada y no muy clara, se responsabilizó del crimen en nombre de la organización terrorista GRAPO.
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