Shamir y Peres llegan a un acuerdo para formar un Gobierno de unidad nacional en Israel
El líder de los laboristas, Simón Peres, y el primer ministro saliente, Isaac Shamir, han llegado a un acuerdo para la formación de un Gobierno de unidad nacional con una duración prevista de 50 meses, según anunció ayer la radio nacional israelí.Simón Peres será el primer ministro durante el primer período de 25 meses y Shamir ocupará el mismo cargo durante el segundo período de otros tantos meses, según un principio de rotación aceptado en el último minuto por los laboristas israelíes, añadió la radio.
Precedentemente, el líder y único diputado del Partido Tami, Aharon Abujetzeira, había roto su principio de compromiso de apoyar el laborismo. Con ello, éste no podía alcanzar la mayoría de 61 diputados para recibir el necesario voto de confianza en el Parlamento, ni amenazar al Likud con la posibilidad de excluirlo de la coalición.
Después se reunió el comité central de Mapam, el mayor asociado del Partido Laborista en el alineamiento. De los 15 oradores que se refirieron al tema, 14 se manifestaron contra el Gobierno de unidad nacional. El secretario de Mapam, Víctor Shemtov, lo calificó de "propuesta insana", que llevaría a una Administración peor que la del Likud.
En ese clima, el principal dirigente del ala izquierda del Partido Laborista, Iosi Sarid, declaró por televisión que sería conveniente la dimisión del alineamiento entre centro-izquierda y centro-derecha. "Así dejaríamos de torturarnos unos a otros", dijo, "y podríamos mirarnos sin vergüenza en el espejo". El Likud aprovechó estos hechos, y volvió a sus exigencias del comienzo: rotación en el cargo de primer ministro, y la cartera de Defensa o la de Asuntos Exteriores para sí. Variedad absoluta en el reparto de los demás ministerios.
Para completar el panorama, Igal Hurwitz, ex ministro de Finanzas del Likud, que había comprometido su apoyo al laborismo, manifestó en una entrevista por radio que si el precio del Gobierno de unidad nacional es la rotación en el cargo de primer ministro, éste debe pagarse.
En esta situación, ha salido a la luz que Israel puede caer en suspensión de pagos si EE UU no entrega en una única partida la ayuda prometida de 2.600 millones de dólares.
Por otra parte, Líbano exigió ayer ante el Consejo de Seguridad de la ONU el fin de la ocupación israelí, que se prolonga desde 1982.
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