Los nuevos pensionistas cobrarán 80.000 pesetas menos al año

Los 460.000 nuevos pensionistas que ingresan cada año en la nómina de la Seguridad Social verán reducidas sus prestaciones en una media de 80.000 pesetas con respecto a lo que les atribuye la legislación vigente. Estimaciones del Gobierno, que proyecta aplicar la reforma de dicho sistema de protección pública desde el próximo año, salvo que la CEOE y los sindicatos acepten la oferta formulada el lunes para aplazar la nueva ley de Prestaciones hasta 1986, sitúan la reducción de gastos en 66.400 millones el primer año, el doble el segundo, el triple el tercero, y así sucesivamente. Asimismo, la Seguridad Social, con el fin de elevar los ingresos, ha previsto empezar a privatizar su patrimonio atípico en 1985.

La venta del patrimonio atípico acumulado durante las últimas décadas comenzará con la enajenación extraordinaria de bienes mobiliarios, materializados fundamentalmente en valores bursátiles. El objetivo es ingresar por este concepto durante el próximo año unos 20.000 millones de pesetas, en una operación coordinada con el Ministerio de Hacienda y el Banco de España, para evitar efectos negativos en la bolsa.Estos títulos proceden de cuando el sistema público actuaba como mutua patronal para hacerse cargo del 30% del reaseguro de los accidentes de trabajo. Pero la Seguridad Social posee también algunas fincas, varios miles de pisos y otros bienes patrimoniales atípicos, que terminarán siendo vendidos.

Junto con las pensiones, la futura ley de Prestaciones reducirá las ayudas de protección a la familia. A pesar del bajo nivel protector existente en España respecto a la media europea, la medida será explicada por el Gobierno como consecuente con el proyectado aumento en paralelo de las deducciones fiscales.

Es decir, la Seguridad Social tendrá menores gastos. En cambio, el Ministerio de Economía y Hacienda verá reducidos sus ingresos cuando entre en vigor la proyectada reforma del impuesto sobre la renta de las personas físicas. El primer caso se traducirá en menor presión sobre quienes soportan las cotizaciones de la Seguridad Social, principalmente las empresas. El segundo, en mayor aportación del resto de los contribuyentes.

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