Reunión de los gobernadores de Pontevedra y La Coruña para 'pacificar' la ría de Arosa

Los gobernadores civiles de Pontevedra y La Coruña, que en la tarde de ayer se reunieron en Santiago, estudian conjuntamente la elaboración de un plan de seguridad integral para conseguir la pacificación de la ría de Arosa, donde se registra una escalada de violencia, propiciada por pescadores furtivos y el contrabando, actividades que en algunos casos tienen como protagonistas a los mismos grupos.

El atentado sufrido por una lancha de vigilancia en la madrugada del pasado jueves resultando herido de bala un guarda jurado de la cofradía de pescadores de Ribeira ha impulsado la adopción de medidas especiales para atajar lo que las fuentes gubernativas han definido como "desimperio de la ley en la ría de Arosa".La lancha fue tiroteada desde varias embarcaciones rápidas, conocidas como planeadoras, en una acción, a todas luces, preparada de antemano. Los dos tripulantes de la lancha de vigilancia, que fue agujereada por numerosos impactos, fueron previamente deslumbrados por un potente foco, salvando la vida al arrojarse al suelo. El pasado domingo, alrededor de 1.000 pescadores y mariscadores de la ría se manifestaron en Ribeira para reclamar una actuación enérgica de las autoridades y erradicar el furtivismo. Según el patrón mayor de la cofradía ribeirense, entidad que se ha esforzado por una ordenación racional de la explotación marisquera, "todos sabemos, y las fuerzas de seguridad también, dónde están las planeadoras y de dónde proceden esos furtivos, que esquilman lo que los demás cultivarnos".

Según ha podido confirmar este diario, el Ministerio del Interior ha sido ampliamente informado de la crítica situación de la ría de Arosa. Está previsto también un próximo contacto con el Ministerio de Defensa. Los gobernadores civiles de La Coruña y Pontevedra pretenden que el plan integral de seguridad movilice también dispositivos de la Armada, sin cuyo concurso es prácticamente inviable un efectivo control de las embarcaciones que se utilizan para actividades ilegales.

Portavoces de cofradías y mariscadores han expuesto reiteradamente sus quejas ante lo que consideran una actitud inhibitoria por parte de la Comandancia de Marina de Villagarcía. Según medios relacionados con la seguridad en la zona, "muchos esfuerzos desarrollados en tierra se pierden por el margen de maniobra de las planeadoras en el mar". Para estas fuentes, gran parte de los problemas se resolverían inmediatamente "retirando esas embarcaciones de caballaje ilegal, que todos sabemos para qué sirven".