Los laboristas y el abstencionismo ganan las elecciones en Suráfrica

Las elecciones para la primera Cámara mestiza en el Parlamento de la República Surafricana dieron la victoria el miércoles al Partido Laborista del pastor Allan Hendrickse, que ha obtenido la práctica totalidad de los escaños. Más de un 70% de la población mestiza boicoteó los comicios como protesta por la exclusión de la mayoría negra del país de las instituciones políticas nacionales.El Partido Laborista, único que presentó candidatos en las 62 circunscripciones, obtuvo, según los últimos datos conocidos ayer, 76 de los 80 escaños con los que contará la nueva Cámara. Allan Hendrickse declaró que la victoria de su partido sólo le inspiraba "una satisfacción relativa", y que ahora esperaba el día en que "toda la población de Suráfrica pueda participar en la vida política".

El líder laborista, elegido por la circunscripción de Swartkops, decidió participar en las elecciones, aunque no está de acuerdo con la nueva Constitución y defiende el derecho de todos los ciudadanos al voto. No obstante, explicó que no se podía luchar contra el apartheid más que desde el interior del sistema creado por la minoría blanca, y aseguró que su partido retirará el apoyo a las nuevas instituciones nacionales si en los próximos cinco anos no se, producen cambios significativos.

El Partido Popular del Congreso no consiguió más que un escano, y su líder, Peter Marais, no resultó elegido. En Bosmont, cerca de Johannesburgo, el partido de Marais empató con el laborista, y deberá celebrarse una nueva elección. También un independiente ha resultado elegido.

El ministro de Desarrollo y Planificación, Chris Heunis, calificó ayer de "aceptable" la participación del 30% de la población convocada a los comicios. Heunis afirmó también que el Gobierno tiene la intención de continuar con la puesta en práctica de la nueva Constitución. El ministro del Interior, W. de Klek, manifestó, por el contrario, que los resultados eran "decepcionantes", y atribuyó la baja tasa de participación a las "amenazas" ejercidas por los opositores a los comicios.

Para la oposición liberal del Partido Federal Progresista, el nuevo Parlamento tricameral dividido racialmente, que instaura la nueva Constitución, iniciará su andadura con un problema de credibilidad. El multirracial Frente Democrático Unido calificó la baja participación como "una victoria de los partidarios del boicoteo".

Las elecciones se celebraron en un clima de fuerte tensión. Más de un centenar de personas. fueron detenidas por tomar parte en las manifestaciones, algunas violentas, especialmente en Eldorado Park, ciudad mestiza próxima a Johannesburgo, donde la policía usó gases lacrimógenos y palos para dispersar a los manifestantes.