Los laboristas aumentan sus posibilidades de formar Gobierno en Israel sin el Likud
Dos ex ministros del Likud han roto el punto muerto en el que habían desembocado las conversaciones para la formación de Gobierno en Israel, y ambos se han inclinado por el laborismo, que ahora tiene claras posibilidades de conseguir un respaldo suficiente. Se trata de Ezer Weizman, ex ministro de Defensa, uno de los artífices de la victoria de Menájem Beguin en 1977, y Yigal Hurwitz, que inició su carrera en el laborismo, pero que se alió con el Likud después de convertirse en un fuerte empresario, y que fue ministro de finanzas en el primer Gobierno Beguin.
La decisión de Weizman y de Hurwitz no ha sido una total sorpresa, ya que desde que, se conocieron los resultados de las elecciones del 23 de julio -en las que el laborismo obtuvo 44 diputados, y el gubernamental Likud, 41, de un total de 120 escaños- apoyaron al presidente del Partido Laborista, Simón Peres, para que encabezara un Gobierno de amplia coalición con el Likud.Pero el martes por la noche trastornaron el mapa político y ambos declararon de modo terminante que no apoyarían al Likud para encabezar el futuro Gabinete, fuera éste de amplia coalición o de coalición reducida, que excluyera al laborismo. Weizman agregó que el Likud ha fracasado totalmente en su gestión de gobierno, y Hurwitz puso el énfasis en lo que llamó "el derrumbamiento económico a que ha conducido al país".
El Likud queda incapacitado para lograr mayoría en el Parlamento. Pero Weizman y Hurwitz; han hecho más. Después de conversar con Peres se han incorporado de hecho al bloque laborista y han comprometido asímismo a Aaron Abujazeira, líder del partido Tami, que todavía es ministro de Trabajo de Shamir.
Con ésto, el laborismo cuenta ya con 55 escaños seguros y podría formar Gobierno con los seis votos que le aportarían desde fuera el Frente por la Paz y la Igualdad, controlado por el Partido Comunista, y la Lista Progresista. Pero la decisión de Weizman y Hurwitz ha abierto mucho más el panorama, y se piensa que se incorporará a la coalición encabezada por Peres el Partido Nacional Religioso, con sus cuatro escaños. Es probable que el laborismo cuente también con el apoyo externo de los dos diputados del partido ultrareligioso Agudat Israel.
El laborismo tiene ahora abiertas dos posibilidades: continuar las negociaciones con el Likud o formar un Gobierno de coalición reducida y ello ha llevado al partido del Gobierno a deponer su anterior postura intransigente. Ya ha aceptado, en principio, que se invite a Jordania a participar en conversaciones de paz sin condiciones previas.
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