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La reforma constitucional surafricana, en marcha con los comicios para indios y mestizos

Las modificaciones constitucionales aprobadas por los votantes blancos surafricanos el pasado 2 de noviembre se ponen en marcha con las elecciones de hoy -para mestizos- y el próximo martes -para indios. Pero ya el pasado viernes, el plan fue rechazado por el Consejo de Seguridad de la ONU que consideró los comicios inválidos y la reforma "contraria a los principios de la carta de las Naciones Unidas". La cuestión principal no es quien ganará las elecciones, sino cual será el porcentaje de abstención.

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La batalla se ha centrado, por parte del régimen racista de Pretoria, en lograr la participación de una mayoría de los 2.700.000 mestizos y 800.000 indios del país en unas elecciones que, según muchos, no harán sino aportar savia nueva al apartheid.La reforma constitucional que permite la participación política de indios y mestizos por primera vez en la historia de Suráfrica fue aprobada por el Parlamento blanco, en septiembre del año pasado, por una mayoría de 119 votos (del Partido Nacional, en el Gobierno, y el Partido de la Nueva República) contra 35 (de los ultraderechistas del Partido Conservador y los liberales del Partido Federal Progresista). El 2 de noviembre fue sometida a referéndum entre los blancos. Con un 76% de participación, los dos tercios de los electores votaron a favor.

Solución de compromiso

Se planteó entonces también la necesidad de someter la propuesta a referéndum entre mestizos e indios, víctimas del sistema durante años y opositores radicales al mismo -recuérdese que Mahatma Gandhi fue uno de los fundadores del opositor Consejo Nacional Africano, ANC. Al final se llegó a una solución de compromiso: el Gobierno dejaría abierta la posibilidad de celebrar referendos sólo si los portavoces cualificados de esas comunidades lo solicitaban.El Partido Laborista, del reverendo Alan Hendrikse, que será seguramente el ganador de las elecciones de hoy, anunció que no pediría un referéndum, señalando que participaría en los comicios, pese a rechazar la Constitución, con el sólo objetivo de trabajar desde dentro para destruir el sistema de apartheid. El Consejo Indio de Suráfrica (SAIC), sin embargo, pidió un referéndum, obligando al Gobierno a retractarse de su promesa.

La actitud del Partido Laborista, la organización más fuerte de la comunidad mestiza, muestra el temor gubernamental a perder el referéndum y a una baja participación. De hecho, tan pronto el reverendo Allan Hendrikse hubo anunciado su decisión de participar en las elecciones, se produjo una importante escisión en su partido, pasándose el reverendo Alan Boesak y su grupo al Frente Democrático Unido (UDF), una organización controlada por el ANC y en la que están integrados poderosos grupos mestizos e indios, como el Congreso Indio de Natal. En el UDF, organización multirracial, hay también negros.

Varios de los líderes de esta organización ha llamado al boicoteo de los comicios, incluido su presidente, Archi Gumede, fueron detenidos en la noche del lunes, pocas horas antes de celebrarse las primeras elecciones de diputados de color en el país del apartheid.

En cuanto a la comunidad india, la petición de referéndum realizada por el SAIC, presidido por el dirigente del National People's Party, Amichand Rajbansi, también probable ganador el día 28, se explica por las presiones de las organizaciones más progresistas como los Consejos Indios de Natal y Transvaal. y por la consciencia de falta de representatividad -en las elecciones al SAIC, celebradas en 1981, sólo participó el 10% del electorado.

Así las cosas, y ante la ausencia de encuestas de opinión, prohibidas en Suráfrica en tiempo de elecciones, sólo cabe aventurar apuestas teñidas por el partidismo. El Gobierno espera lograr una participación superior al 50%, contando con la ilusión de votar por primera vez. El FDU y el ANC, por su parte, esperan un 80%, de abstenciones.

En las elecciones del miércoles se elegirán los 85 miembros de la Cámara de Representantes mestiza. El día 28 saldrán elegidos 45 diputados de la Cámara india. Todos ellos se unirán, el próximo 18 de septiembre, en la apertura del nuevo Parlamento surafricano, que contará además con 178 miembros de la Asamblea blanca (los mismos que en la actualidad). Cada Cámara podrá legislar a su gusto tan sólo en lo relativo a los asuntos propios de la comunidad racial (educación, administración local, etcétera), así como discutir asuntos de interés común a las tres cámaras, siempre que éstas se pongan de acuerdo. También podrán ser consultadas sobre temas de interés general (asuntos exteriores, comercio, etcétera).

Colegio electoral multirracial

Las tres cámaras elegirán próximamente un colegio compuesto por 50 blancos, 25 mestizos y 13 indios, el cual nombrará al presidente ejecutivo de Suráfrica (Pieter Willem Botha, naturalmente), con unos poderes sólo comparables al ejecutivo norteamericano, sólo que sin el control que sobre la Casa Blanca ejerce el Congreso. El presidente, a su vez, nombrará un Gabinete compuesto por miembros de las tres comunidades raciales y designará 25 miembros del Consejo Presidencial, órgano asesor del Ejecutivo en los asuntos de mayor trascendencia y árbitro de los conflictos entre las cámaras, siendo designados los restantes 35 por las cámaras (20 blancos, 10 mestizos y 5 indios).Éste es, en definitiva, el panorama que ofrecerá la política oficial surafricana. Lo más significativo: que el 73% de la población del país, los 21 millones de negros, seguirá marginado por completo de toda participación en la política del Estado.

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