El mal servicio de Correos
Me refiero a la carta escrita por doña Dolores Marcos, de Madrid, y publicada en este diario el pasado 14 de agosto, denunciando el desorden del actual servicio de Correos.A mí no me sorprende que dicha señora, al cabo de 25 días, aún no haya recibido la correspondencia que en su día cursó su marido. Desde hace un año, la correspondencia remitida desde el Bajo Miño (Pontevedra) y enviada a Madrid tarda, como mínimo, de 15 a 20 días. Al principio, este deplorable servicio causaba asombro; actualmente causa tristeza al ver que los contribuyentes estamos manteniendo un organismo oficial que es la vergüenza de España y que nos está dejando en evidencia ante los extranjeros, ratificando lo de "España es diferente".
Y hay más: en la central de Cibeles (Madrid), la mayoría de los días están los buzones tan llenos que se pueden extraer las cartas con facilidad, y no sería extraño que los cacos hurtaran alguna carta en la creencia de que contiene algún talón. Y no digamos nada ele la falta de límpieza (cajas, papeles, bolsas, etcétera) que existe en dicha central y que, como tal, tenía que dar ejemplo-
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