Bilbao inicia sus fiestas en ambiente de distensión, con ganas de olvidar las inundaciones de 1983
Bilbao inició ayer su Aste Nagusia (Semana Grande) en un clima de distensión presidido por el afán de diversión que, un año después de las lluvias torrenciales que asolaron el País Vasco, la juerga se ha convertido en el lema de la capital vizcaína. La muñeca Marijaia, que es la mascota de las fiestas y que el pasado año pereció bajo las aguas de la ría, desafió a los malos presagios metereológicos y, tras recorrer un tramo del Nervión en un vaporcito, volvió a ser el símbolo lúdico de las 30 comparsas de jóvenes que animarán la Semana Grande.
El estampido del cohete que marca el inicio de las fiestas no se oyó hasta las seis de la tarde pero desde la mañana, la ciudad vivió inmersa en el jolgorio, iniciado con una recepción en el ayuntamiento, en donde Susana Estrada sobresaltó, con su sola presencia, el ánimo de los corporativos, que evitaban posar junto a la atrevida actriz que un día "le provocó un escándalo al alcalde de Madrid".El gerente de un céntrico hotel, que se ha empeñado en hacerle la competencia al ayuntamiento en la organización de las fiestas, se jactaba de su concurrencia. "Tenemos alojados al 90% de personajes que vienen a las fiestas". Se refería, sobre todo, a los maestros del toreo y las supervedettes y actores del nutrido programa teatral que no sólo se albergan allí sino que participan en los coloquios de madrugada que organiza el propio hotel.
La afición de los bilbaínos por los toros está superando la barrera tradicional del público experto y algo mayor para dar paso a grupos de jóvenes que, tal vez influenciados por la identificación del arte del toreo con la fiesta nacional, no frecuentaban la plaza de Vista Alegre. Es sintomático que un grupo de comparseros haya iniciado los trámites para constituirse en peña taurina. Sus promotores quieren reivindicar la figura de Martintxu, el torero que aparece en la serie de grabados de Goya, La Tauromaquia. "Martintxu era navarro y este hecho redunda a favor de la tesis del origen norteño de la fiesta de los toros", afirman los nuevos aficionados.
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