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Duro enfrentamiento entre la policía autónoma vasca y grupos independentistas que agredieron a las autoridades donostiarras

Efectivos de la Ertzaina (policía autónoma vasca) disolvieron violentamente ayer tarde en San Sebastián a grupos de manifestantes que apedrearon a la comitiva de las autoridades locales cuando éstas regresaban de la Basílica de Santa María, tras asistir a La Salve, una obra de salutación a la virgen que interpreta todos los años el Orfeón Donostiarra como un rito de la Semana Grande. La acción de los antidisturbios de la Ertzaina fue apoyada y jaleada por militantes y simpatizantes del PNV que protegían asimismo a las autoridades. Concejales de Herri Batasuna (HB) colocaron por dos veces la ikurriña en el balcón del ayuntamiento, en el que por decisión del alcalde, Ramón Labayen, no ondeaba ninguna bandera.

La enseña vasca fue retirada en las dos ocasiones por miembros de la Policial Nacional, a las 19.00 horas -30 minutos antes del inicio de La Salve-, entre los insultos de los manifestantes convocados por HB en las inmediaciones del ayuntamiento.Los enfrentamientos entre manifestantes y ertzainas se prolongaron por el Bulevar y en la parte vieja de la ciudad hasta las 21.00 horas, poco después de que la policía autónoma fuera relevada por antidisturbios de la Policía Nacional. Los enfrentamientos constituyen una repetición de los que se produjeron en años anteriores en el mismo lugar y en la misma fecha. El pasado año, militantes del PNV y de Herri Batasuna Regaron a las manos y el alcalde, Ramón Labayen, fue herido de una pedrada en el rostro. En previsión de estos incidentes, la Ertzaina había desplegado numerosos efectivos en la zona y contaba con fuerzas antidisturbios especiales provistas de lanzapelotas. Una hora antes de la convocatoria, miembros de la Cruz Roja se instalaron en el local de una peluquería próxima, para poder intervenir rápidamente; y la fachada del cine Pequeño Casino, actualmente en reformas, fue tapiada a fin de evitar que los manifestantes utilizaran material de obra.

Antes de iniciar su marcha por las calles céntricas de la ciudad, la manifestación, se detuvo bajo el balcón del ayuntamiento, y los participantes en la marcha dieron vivas a ETA Militar. Una gran ikurriña que portaban los manifestantes fue atada a una cuerda que colgaba del balcón del ayuntamiento y recogida desde allí e izada por concejales de Herri Batasuna. Cuando ya se habían alejado los manifestantes, la comitiva de las autoridades locales salió del ayuntamiento y se dirigió a la Basílica de Santa María atravesando la calle Mayor de la parte vieja, poco más de 200 metros, sin mayores incidentes. Durante la celebración de La Salve, la Ertzaina y la Policía Nacional permanecieron acordonando el acceso a la parte principal del ayuntamiento.

La manifestación regresó al Bulevar poco antes de que la comitiva de las autoridades abandonara la basílica para volver al ayuntamiento, en cuyo balcón los concejales de Herri Batasuna habían repuesto la ikurriña. La manifestación pareció haberse disuelto, si bien grupos de manifestantes se aproximaron al cordón de la Ertzaina esperando el paso de las autoridades. Hasta entonces, los incidentes se habían reducido a gritos de "Ertzaina, policía, la misma porquería", y a la acción aislada de arrojar algunas pesetas a los policías autónomos que componían los cordones de: seguridad. En el momento en que llegó la comitiva -en la que se encontraban el diputado general, José Antonio Ardanza, el alcalde y los concejales nacionalistas-, miembros de la Policía Nacional retiraron la segunda ikurriña. Esta acción encrespó los ánimos de los manifestantes, que insultaron y lanzaron piedras a las autoridades.

La Ertzaina contestó con pelotas de goma, y muy poco después fuerzas especiales de la policía autónoma vestidas con monos negros y provistas de cascos rojos salieron rápidamente porra en mano en persecución de los manifestantes. Los enfrentamientos continuaron esporádicamente hasta las 21.00 horas, cuando intervinieron los antidisturbios de la Policía Nacional.

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