La paloma de la paz.
Bajo este lema se organizó ayer por la mañana en la plaza de Campillo del Mundo Nuevo, en la parte baja del Rastro, una pintada infantil en recuerdo y homenaje al pintor Pablo Picasso. El acto se incluía dentro del programa de fiestas de la Paloma, que concluyen mañana con la procesión de la virgen del mismo nombre. Con tizas de colores y con su peculiar concepción del espacio y de la perspectiva, los niños llenaron los muros grises de la plaza de pinturas en las que combinaron, casi siempre, las casi legendarias palomas picassianas de la paz con imágenes referidas a los problemas del barrio. La fiesta acabó por la tarde, con actuaciones de magos y cantantes.
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