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Todo el mundo habla en Cuenca del 'concurso del alcalde'

La tranquila y recatada ciudad de Cuenca vive este verano un clima de extraordinaria y festiva excitación. El vecindario discute apasionadamente si es verdad, como cree todo el mundo, o no, como dicen los protagonistas, que el alcalde y un concejal cruzaron una apuesta, en la penumbra de la discoteca Zeus, sobre las proporciones de sus atributos viriles. La opinión está dividida sobre si fue la primera autoridad, José Ignacio Navarrete, quien se impuso en la justa o si, por contra, le derrotó el concejal Javier Oria. Por desgracia, no hay foto finish. Ambos, militantes de Alianza Popular, se consideran víctimas de una vil patraña urdida por la operación Roca.

ENVIADO ESPECIALLas chicas canadienses, que asisten a unos cursos de verano en la vieja ciudad, han perdido el protagonismo de otros años. Incluso, Cuenca se ha convertido en la única ciudad de la Península en la que apenas se escuchan chistes de Morán. Todo son comentarios acerca de la apuesta erótica de los munícipes, e incluso hay quien de los comentarios pasa a la acción: éste es el caso de el Rata, un personaje nocturno fundamental, que algunas noches se acerca a los arcos de la casa consistorial para retar a gritos al alcalde a que baje a vérselas con él. Los corrillos de la parte alta de la ciudad, en los que hace 10 años se instalaba la vanguardia pictórica de este país, se han convertido en mantenedores del pretendido concurso exhibicionista. El alcalde niega los hechos, calificándolos de "calumnía total e infundio absoluto". Y amenaza con querellarse contra todo periodista que difunda informaciones sobre el supuesto concurso erótico. Los dirigentes de AP en la provincia declaran que están "por la moral pública". Una delegación del partido encabezada por el presidente de la Diputación, Pedro Sangar, visitó recientemente al gobernador civil para "preguntar si se hallaba en curso alguna denuncia por escándalo público", según afirmó el propio gobernador, Rafael Mazarrasa.

Francisca Medrano, camarera de la discoteca Zeus, ni afirma ni niega los hechos. "No vi nada", repite insistentemente, aunque personas relacionadas con la discoteca insinúan que ella fue testigo presencial del concurso exhibicionista. Paqui, quien se mostró extremadamente reservada y esquiva a preguntas de este periódico, entró a trabajar en el local en enero y lo abandonó pocos días después del escándalo. Reside actualmente en Valencia. Preguntada si el supuesto concurso fue la causa del abandono del trabajo, contestó: "Ni sí, ni no".

El alcalde se define como un hombre "liberal-conservador con facetas de reformismo y progreso". Su meta política "es buscar Europa", probablemente por la influencia de los cursos de cultura europea dados por La Sorbona, a los que asistió en su juventud. De 41 años y aspecto delgado, señala a la plataforma liberal de la provincia como instigadora del escándalo, que él considera "un simple bulo".

La Vespa de Luis Calvo, periodista que publicó la primera información sobre el escándalo en un semanario local, apareció a la mañana siguiente destrozada al pie del cerro del Socorro, uno de los dos accidentes geográficos que donominan la ciudad. La moto fue sustraída del garaje que el propietario comparte con otros vecinos y trasladada al cerro, desde el que se la dejó caer libremente. Fuentes de la policía señalaron que las pesquisas sobre el asunto han sido mínimas, y actualmente se encuentra "cerrado el tema". El juez instructor valora en 50.000 pesetas los daños ocasionados.

Jaime Jiménez, concejal del PSOE y cabeza de Esta por este partido en las elecciones municipales, presentó en el Pleno del ayuntamiento una interpelación en la que pedía al alcalde que explicase "las noticias de un concurso exhibicionista cuyos protagonistas habían sido dos miembros de la corporación", y a continuación preguntó por el despeñamiento de la moto del periodista. La Corporación decidió crear una comisión investigadora sobre los hechos, que resulta ser una de las más extrañas comisiones creadas jamás, ya que el alcalde, José Ignacio Navarrete, y el concejal Javier Oria son dos de los cuatro miembros de la comisión paritaria que investiga si es verdad que el propio alcalde Navarrete y el mismo concejal Oria se midieron con resultado incierto una noche en un club.

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