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Juegos de la 23ª Olimpiada de la era moderna

José Luis González: "Soy un atleta mediocre, tirando a malo"

ENVIADO ESPECIAL, Hacía cuatro minutos que había sido eliminado en los 1.500 metros de la jornada de¡ jueves (madrugada en España), y lloraba. Sus manos no podían ocultar los gemidos de desconsuelo. No era un atleta que había perdido, era un hombre derrumbado "porque mis hijas han visto a su padre fracasar". "Soy un atleta mediocre, tirando a malo, porque fracaso en las grandes competiciones. No tengo justificación". El, cuando decía esto, pensaba en dejar él atletismo "porque estoy aburrido de tantos fracasos". José Luis González uno de los favoritos de la prueba de 1.5% metros, había quedado eliminado en las primeras series. José Manuel Abascal y Andrés Vera, atletas de inferior categoría, habían conseguido cómodamente su pase a semifinales.

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José Luis González, de pequeño, coleccionaba cromos de los grandes campeones olímpicos. Cuando veía a los de 1.500, se pasaba horas contemplándolos en el álbum. Él quería ser campeón olímpico. Nació para serlo, porque tiene ambición y condiciones. Estaba convencido de que le había llegado la hora. La eliminación de Moscú fue una novatada; lo de Helsinki, bueno, tuvo menos importancia, porque eran unos mundiales y en los cromos los que aparecían eran los campeones olímpicos, no los del mundo. Se había preparado muy duro para cuando llegara el momento.En Toledo se había entrenado bajo las heladas del invierno y el calor tórrido del verano. Su familia no sabe lo que son unas vacaciones con él. Era alguien en el mundo. El año pasado ya ganó a Coe; en 1.500, es el decimoquinto mejor atleta de todos los tiempos, con sus 3..33.44; en la milla (1.609 metros), el octavo, con 3.49.67. Estaba convencido de que tenía que ser ahora o nunca.

José Luis estaba tranquilísimo antes de la eliminatoria. Su clasificación para semifinales era más que fácil. Ninguno, absolutamente ninguno de sus rivales, podía soñar en igualarle en marca, cotización y palmarés. La carrera salió rápida. Lo esperaba. No había nada que temer. En la última vuelta cambiaría de ritmo y buscaría. una de las tres posiciones. Estaba todo controlado.

Llegó la última vuelta. Se encontraba algo retrasado. Vino el tirón de la cabeza y él no pudo responder. ¡Se le iban! Mandaba a sus piernas correr más y no le respondían. Era la eliminación. Cuando vio que no iba a estar entre los tres primeros, se derrumbó. Ya ni s.quiera le intereaba buscar la clasificación por mejores tiempos. "O te clasificas por derecho, si es que aspiras a algo, o mejor lo dejas y asumes la responsabilidad del fracaso", pensaba.

"No quiero hablar"

Gónzález salió de la pista tratando de mantener el tipo. Salió a relucir su personalidad altiva en cuanto vio a los periodistas. "No quiero hablar porque siempre tratáis de destruirme. Sólo puedo decir que voy a dejar el atletismo". Se fue hacia el autobús para irse a la villa olímpica. No quería dar explicaciones. "José Luis, por favor". José Luis bajó del autobús porque necesitaba desahogarse. No podía seguir actuando más. Y lloró, habló de sus hijas, que es a quienes más quiere en este mundo, que era un fracasado, que ya ni siquiera iba a tener la oportunidad de competir en las reuniones internacionales... Dijo tantas cosas...

Todavía con los ojos humedecidos, ya no quiso volver a la villa olímpica. Quiso ver la carrera de Abascal. Para darle la fuerza que a él le había faltado al final. Y aplaudió su llegada, y fue el primero en ir a felicitarle, detalles estos. que todavía no había tenido otro atleta español con un compañero. Y después afrontó todas las preguntas de los periodistas.

"Sí, he fracasado", dijo. "En el atletismo parece que dos y dos son cuatro, pero, a pesar de las marcas, no es una ciencia matemática. A la hora de la verdad he demostrado que soy un atleta mediocre, tirando a malo, porque no tengo final. No quiero justificarme. Mi fracaso me hace pensar que mis condiciones no se ajustan realmente a la prueba en la que yo siempre soñé triunfar. Me tendré que ir a Ios 5.000 metros, que es una prueba que no tiene la categoría internacional de los 1.500. Pero para ésta no valgo porque ya se me pasa la edad".

González se humillaba públicamente. Estaba naciendo el gran campeón, porque un atleta con sus facultades no se puede perder a los 26 años después de haber sido subcampeón mundial júnior de cross, y campeón y subcampeón. europeo de 3.000 metros en pista cubierta, además de ser el atleta español de mayor cotización internacional, y el que abrió las puertas a sus compañeros.

Martín Velasco, su entrenador, no está dispuesto a que se pierda. "Si quiere pasarse a los 5.000 metros, ahí será también un gran atleta, pero no hay razón alguna para que se olvide de los 1.500. Y antes de que acabe la temporada, le voy a preparar para que intente el récord mundial, porque lo vale. Todavía tiene mucho que decir en el atletismo. Dice que ya es mayor, pero lo que no sabe él es que en los Juegos Olímpicos de 1992 todavía estará en condiciones de participar, porque con 34 años podrá ser invencible en maratón".

Para que quedara eliminado Jose Luis González ante atletas peores que él ocurrió algo más que un simple fracaso, aunque él mismo no lo quiera reconocer. "Que no me hablen de análisis médicos o de que si las grandes competiciones me afectan psicológicamente, porque yo, el viernes, tenía que haber ganado sobradamente. De salud me encuentro perfectamente, y corrí con la mente totalmente despejada, notando sensaciones incluso mayores que en otras carreras. Sólo hay una razón, pero no quiero que valga de excusa, porque tenía que haber ganado hasta cojo. Desde hace un mes no compito. En Barcelona me lastimé la rodilla y esta pequeña lesión me ha impedido realizar algún examen para saber si estaba en forma. No los hice para no forzar y porque tampoco los creí necesarios, pues me sentía bien. He fracasado, y punto. En, los Juegos Olímpicos, cada uno hace lo que vale".

Abascal: "Te recuperarás"

José Luis González, cuando regresó a la villa olímpica, coincidió en el autobús con José Manuel Abascal. También iban los entrenadores Martín Velasco y Pascual Piqueras y el médico Eufemiano Fuentes. Abascal era el centro de atención. Su pierna, además, había quedado rasgada por los tacos de otro atleta. "Hay que cuidar esas heridas, pero eres un fenómeno, chico; el último 500 lo has hecho en l.09". González se volvió a quedar solo. Y los ojos se le humedecían nuevamente.

Nadie sabía si era mejor dejarle en su soledad, echarle una mano encima o animarle. Abascal se levantó de su asiento y se sentó junto a él. "Pepe, ¿qué te ha pasado?". "Pues que no iba, me he encontrado muy mal, y en el último cuatro no fui capaz de cambiar de ritmo". "Lo siento; con todo lo que te has estado preparando... Esto nos puede pasar a cualquiera, pero sé que te recuperarás".

Abascal era incapaz de decir más al compañero hundido. Pero deseaba, tanto como su propio triunfo, que Pepe otra vez sea capaz de ganarle. Porque sabe ¡que es mejor que él. Y también que el atletismo no son sólo cifras. Abascal tiene el récord de España y siempre queda mejor que González en las competiciones del más alto nivel. Pero jamás ha conseguido vencerle en cuantas carreras han coincidido.

La eliminación de José Luis González no fue la única sorprendente. No sólo los atletas españoles tienen desgracias. El suizo Deleze, uno de los favoritos, quedó eliminado a tres metros de la meta. Iba, sin problemas, en segundo lugar, detrás de Ovett, y se clasificaba, pero incomprensiblemente se cayó y dijo adiós a la competición. Otros favoritos, como Sydney Maree y el yugoslavo Zdravkovic no participaron por lesión.

En la jornada del jueves, además de la final del decatlón, destacó la final femenina de 200 metros, porque el triunfo de la estadounidense Valerie Brisco-Hooks supuso la primera victoria en unos mismos Juegos Olímpicos de una mujer en las pruebas de 200 y 400 metros. Esto ya lo había logrado Irene Szewinska, pero en distintas ediciones. Brisco-Hooks, 24 años, ganó con un tiempo de 21.81, que la convierte en la segunda mejor atleta de todos los tiempos, por detrás de Marita Koch (21.71).

Hoy se celebrarán las siguientes finales con este horario en España: 50 kilómetros marcha (17.00 horas), final femenina de disco (1.00), 4X 100 femeninos (1.20), altura masculina (1.30), 4x100 masculinos (1.50), 4x400 femeninos (2.20), 4x400 masculinos (2.50), peso masculino (3.00), 1.500 femeninos (3.20), 1.500 masculinos (3.55) y 5.000 masculinos (4.30).

En la final de 5.000 metros participarán el marroquí Aouita, Moorcroft, Walker, Waigwa, Leitao, Ryffel, Flyn, Martín, Padilla, Vainio, Canario, Erixon, Hutchings, Kipkoech y Cheruiyot. En 1.500 femeninos estarán las tres atletas rumanas Maricica Puica, Doina Melinte y Fita Lovin. En 1.500 masculinos se desconocían los finalistas a la hora de cerrar esta edición, pero todo apunta que entre los 12 participantes deben estar los favoritos Coe, Ovett, Cruz, Guimaraes, Scott, Cram, O'Donoghue, Spivey y Abascal.

Las pruebas olímpicas de atletismo concluirán mañana con la maratón. Saldrán dos españoles, Trespaderne y De la Parte.

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