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Reportaje:

Mus al sol, 'top less' a la española y 'whisky' contra la sed, la oferta de Benidorm para 300.000 turistas

La tradición turística de Benidorm se pone de relieve especialmente en el mes de agosto, cuando cerca de 300.000 visitantes se apretujan en la ciudad ansiosos de sol y de playas.Veraneantes nacionales, mayoritariamente familias madrileñas, y turistas británicos ponen en marcha los cientos de locales públicos existentes, cafeterías, bares, discotecas y salas de fiesta, que contrastan con esas cafeterías de la playa de Levante, donde los sexagenarios bailaban en invierno, a la hora del té, Los pajaritos o el Bésame mucho en sus terrazas. La música camp se confunde ahora al atardecer con la de rabiosa actualidad que sale del Nabab, el local de moda de este verano, "el sitio de moda de la gente guapa".

La villa, según Gregori Aznar, jefe del Servicio Municipal de Turismo, es, para la gente mayor, "un lugar de liberación". "Se podría decir que aquí pierden el pudor de tantos años". Por lo cual no es raro observar en la playas al clásico veraneante que se tuesta al sol al lado de la tortilla de patata y la botella de agua mineral. A su lado, una mujer entrada en años, madre de familia, que por fin se ha decidido a bajarse la parte superior del bañador de una sola pieza, siguiendo el ejemplo de las extranjeras, jóvenes y maduras. Aznar explica esto al manifestar que "aquí el español se libera de su exagerado sentido del ridículo".

Bolsas de plástico, envases de cerveza machacados, cascos de coca-cola y envoltorios de helados inundan la arena de las dos mejores playas de Benidorm, Levante y Poniente, al caer la tarde, cuando remite un poco el olor a nivea y el mar se recupera un poco de la vorágine playera. Una brigada municipal, integrada por 50 hombres, recoge diariamente estas basuras a las siete de la tarde para mantener la buena imagen que requiere esta vapuleada costa. El ayuntamiento, consciente de que el principal atractivo del pueblo es la playa litoral, analiza aguas y arenas también a diario, así como las tumbonas de alquiler que cubren la playa. Los resultados de los análisis realizados en julio no descubrieron anormalidades. Sólo en la playa de Levante, a la altura de Farmacia Sala y en la zona denominada El Parque, la contaminación era calificada como tolerable, al encontrarse 10 y 20 colis fecales por 100 mililitros, respectivamente, según el laboratorio del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Alicante.

La convivencia es a veces difícil bajo un sol intenso y los efectos que produce el alcohol ingerido por la mayoría de los turistas extranjeros. Principalmente los británicos, que se refugian en el casco viejo alrededor de locales como Talk of the Town, Talk of the Coast, Talk of the Bahamas, dan trabajo como para no aburrirse a los 400 hombres que integran la plantilla de la Policía Municipal. La única en el litoral español que viste pantalón corto en su ronda costera. Los policías municipales resuelven papeletas tan distintas como reprender con cierto rubor a las parejas que, invariablemente, escogen la playa, a primeras horas de la mañana, para hacer el amor a 20 metros de distancia del retén municipal o perseguir al vendedor ambulante, omnipresente, pese a todo, en cualquier entorno playero. La peligrosidad de estas misiones es variable, pero todas implican cierto riesgo, como lo demuestra lo ocurrido el pasado 13 dejulio, cuando un policía municipal fue mordido por un airado vendedor sin licencia al que acababa de confiscar la mercancía.

Tampoco la escasez de agua, con todos sus inconvenientes, quita el sueño a la población flotante de Benidorm, que echa mano de aguas minerales o whisky, según los gustos personales, con total naturalidad. La solución a este conflicto del agua, pese a los desvelos de las autoridades locales, va para largo, ya que el trasvase de los excedentes del río Júcar, la única salida apuntada desde todas las instituciones, no será posible plantearlo hasta la reconstrucción del pantano de Tous, regulador de la cuenca del Júcar, destruido en la riada de octubre de 1982.

El alcalde de Benidorm, el socíalista Manuel Catalán, asegura que esta obra no se llevará a cabo antes de siete u ocho años, según le confirmó el ministro de Obras Públicas, Julián Campo, durante la reciente inauguración de una depuradora en la ciudad. La salida al problema del agua, sin embargo, se reduce al pleno funcionamiento de la nueva depuradora, con capacidad para lavar seis millones de metros cúbicos al año. Ello posibilitaría de traer una mayor cantidad de agua de los pozos de la montaña, ya que la depuradora devolvería parte de ese caudal a los regantes del interior.

Benidorm quiere alcanzar también una carta especial mediante la calificación de Municipio Turístico, con la que afrontar los extraordinarios gastos del ayuntamiento. Entre ellos, la solución definitiva del suministro de agua, en la actualidad restringido hasta las siete de la tarde, por el que se corta el suministro hasta primeras horas de la madrugada.

El déficit ha obligado al ayuntamiento a disminuir la presión del agua, por lo que las restricciones se amplían prácticamente durante todo el día en las zonas altas del término municipal, especialmente en el Rincón de Loix.

Esquí acuático gratuito

Pero Benidorm compensa estos inconvenientes con miles de alicientes turísticos, como, por ejemplo, los cursos gratuitos de iniciación a varios deportes náuticos que promueve la Corporación municipal. El más llamativo es el cable-esquí automático, que funciona a modo del telesquí de alta montaña, y cuyo aprendizaje han seguido 400 menores. Cabe destacar también los cursos de windsuffing y de vela para los. niños.Esto se añade a la amplísima oferta de ocio en la localidad, donde destacan numérosas fiestas patronales, desperdigadas por todos los barrios de Benidorm. "Aquí montamos una fiesta por todo", explica Catalán. "Celebrarnos las fallas valencianas, las hogueras de Alicante, la Virgen del Carmen, el Pilar y hasta la Santina de los asturianos".

El verano de 1984 tendrá una fiesta muy especial para la ciudad con el 25º aniversario del Festival de la Canción de Benidorm, que se pretende celebrar por todo lo alto. Los organizadores quieren reunir, durante la segunda quincena de septiembre, a todos los ganadores de este concurso de música ligera, que alcanzó su máxima popularidad, con la consolidación turística de la villa, en la década de los años sesenta.

Pero la movida diaria se desenvuelve este verano, después de la playa y la siesta de rigor, en las discotecas de moda, como Mamá Luna, la más in, según los entendidos; Star Light, frecuentada por jovencitos, tanto extranjeros como nacionales. Los franceses se concentran sobre todo en Papillón y el Corral, mientras que las salas de fiesta clásicas reciben la visita de los grupos familiares. La más famosa es Benidorm Palace, donde se ha iniciado Lola Flores la temporada fuerte. Antes del baile, el personal suele darse una vuelta por las cafeterías playeras, hasta la media noche. Regine's y Bony, en la playa de Levante y detrás de la playa triangular, respectivamente, agrupan a los modernos, junto con los dos locales del Nabab, antiguo Pachá.

Existe otro circuito de diversión, consagrado por los años gracias a la fidelidad de los castizos. Es el de los que, al margen de las modas pasajeras de cada verano, combaten el fuerte calor jugando al mus y tomando un café.

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