Un ladrón listo.
Los padres del nadador británico Adrian Moorehouse poseen una casa, del más puro estilo californiano, cerca de la ciudad de Bradford, en el norte de Inglaterra. Alguien debió saber que Adrian viajaba a Los Ángeles, acompañado de sus padres. Y, zas!, los ladrones se presentaron en casa de mister Moorehouse y arrasaron con todo lo que encontraron. La Policía se negó a hablar del tema y dijo que sólo hablaría con el dueño de la casa, Clifford Moorehouse.
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