El Gobierno reconoce su impotencia para liberar a los marineros del 'Izarra', retenido en Nigeria

La Administración se siente impotente para lograr en breve plazo la liberación de los 27 tripulantes españoles del petrolero Izarra de bandera panameña y propiedad de la naviera francesa Petromer, que opera con la compañía de Panamá Tomaco Holding Incorporated, según señaló un alto funcionario de la Embajada de España en Nigeria. El barco se encuentra retenido en ese país desde el pasado día 19 de junio bajo la acusación de participar en tareas de contrabando.

La tripulación del Izarra está compuesta por 17 vascos, 7 gallegos, 2 cántabros, un canario y un francés. El petrolero, al tener bandera panameña, queda fuera de las competencias de la Administración española, pero como su tripulación es española, el Instituto Social de la Marina (ISM) ha puesto en marcha los dispositivos necesarios para solucionar su situación y la de sus familiares, y efectuar la repatriación, ante el incumplimiento por parte del armador de sus obligaciones.Las autoridades nigerianas han pedido al Gobierno español que el fletador del petrolero Izarra, en esta ocasión José María López Tapia, se presente ante las autoridades de ese país africano y responda de importantes deudas contraídas.

Uno de los tripulantes estuvo hasta el miércoles en el hospital militar de Calabar, aquejado de paludismo. Las mujeres de los marineros llevan cuatro meses sin cobrar la paga de sus maridos.

El Izarra fue apresado el pasado 19 de junio por una patrullera nigeriana y conducido al puerto militar de Calabar, en Nigeria. El supuesto delito de contrabando del que son acusados los responsables del petrolero todavía no ha podido ser confirmado. Las gestiones encaminadas a la liberación de los marineros las lleva a cabo un abogado nigeriano, contratado por Petromer, según precisaron fuentes de la Oficina de Información Diplomática. Una representación de las mujeres de los tripulantes llegó el jueves a Madrid. El viernes se entrevistaron con Fernando Morán, ministro de Asuntos Exteriores, quien se comprometió a enviar una carta a su homólogo nigeriano, Ibrahim Gambari, para pedir la liberación de los marineros, aduciendo motivos humanitarios. El director general del ISM, Constantino Méndez, ha manifestado que éste organismo gestiona la protección de los tripulantes, ayuda a sus familiares, y acciones de depuración de responsabilidades a que hubiera lugar por parte de la empresa armadora.

El colectivo de esposas de marineros del Izarra ha denunciado la descoordinación de la Administración en materia de marina mercante. "¿Qué hace el Gobierno para clarificar la situación de los marinos mercantes? ¿Por qué José María López Tapia pasea libremente por España mientras que 28 marineros sufren penalidades?", precisa el colectivo.

Un funcionario de la Embajada de España en Nigeria, que el miércoles se trasladó a Calabar, informó que la tripulación "se encuentra bien, suficientemente atendida y avituallada", según afirmaron fuentes de la oficina. Semanalmente, los marineros reciben comida y dinero para sus necesidades, enviado todo por el ISM, a través de la Embajada de España en Nigeria. La ayuda recibida ya por la tripulación alcanza el millón y medio de pesetas. El ISM tiene previsto enviar un médico a Nigeria para interesarse por la salud de la tripulación. El marinero José Luis Vicandi Zabala, afectado por el paludismo, fue trasladado el 19 de julio del barco al hospital militar de Calabar para impedir un contagio en la tripulación, en donde ha permanecido seis días.

El ISM intenta obtener la libertad provisional de los marineros, en colaboración con el abogado nigeriano. El tema se complica jurídicamente al tener responsabilidades económicas en Nigeria el fletador del buque, José María López Tapia. El fletador y su hermano Gregorio estuvieron implicados, en marzo de 1980, en la quiebra de la Naviera Letasa.

El programa radiofónico Onda Pesquera, que citó fuentes militares de Calabar, informó que el fletador del Izarra debía responder de importantes deudas contraídas en Nigeria y que los tripulantes no serían puestos en libertad hasta que López Tapia se presentase a las autoridades militares. En el mes de junio, otro barco, el Zabat I, fletado también por López Tapia, fue apresado y conducido al puerto nigeriano de Port Harcout. López Tapia se encuentra veraneando a 10 kilómetros de Bermeo (Vizcaya), disfrutando de su deporte favorito, el esquí acuático.