El comando iraní detenido en España planeaba atentar contra un líder de la oposición jomeinista en París o Londres

El comando terrorista iraní detenido el pasado lunes en España, compuesto por chiitas radicales, planeaba atentar contra un destacado líder de la oposición jomeinista en París o Londres cuya identidad no ha sido revelada, según las investigaciones realizadas por el Ministerio del Interior. El grupo iraní formaba parte de una organización internacional jomeinista, y tenía encargada la realización de atentados y obtención de información sobre la oposición al actual régimen persa en el borde occidental de Europa (España, Portugal, Francia, Islas Británicas e Italia). Miembros de los servicios de información de estos países se desplazarán próximamente a España para recabar de la policía datos sobre las actividades y conexiones del grupo.

El secuestro o atentado contra un avión de la compañía saudí Arabia Airlines en el aeropuerto de Madrid era una más de las acciones terroristas que planeaba el comando.En la desarticulación del grupo iraní no intervinieron el Mosad (servicio secreto israelí) ni el Cesid español (Centro Superior de Información de la Defensa), sino exclusivamente los servicios de información de la policía española, que localizó y vigiló desde hace casi dos años a uno de los integrantes del comando, según fuentes del Ministerio del Interior.

La operación comenzó a mediados de 1982, cuando fue detenido en el aeropuerto de Orly un iraní de quien se sospechaba podía estar conectado con grupos terroristas jomeinistas. En su poder se hallaron el nombre de Sayad Jabar Hoseini y su dirección en Madrid, información que fue trasladada por la Interpol a la policía española alertando sobre su presencia en España.

Los servicios de información de la policía comprobaron que Sayad Jabar había residido en la dirección facilitada por la Interpol, aunque ya había salido de ese domicilio. Posteriormente, fue localizado en Barcelona, hace ahora alrededor de 11 meses.

La policía inició la vigilancia del ciudadano iraní y pudo comprobar que el centro asistencial de la calle Muntaner, de Barcelona, era la tapadera de una base de operaciones para el borde occidental de Europa de la organización terrorista pro Jomeini que actúa en todo el mundo. Además de planear atentados, el grupo recogía información sobre la oposición a Jomeini en su "zona de acción". La policía observó cómo Sayad Jabar Hoseini realizaba frecuentes visitas a los aeropuertos de Madrid y Barcelona, pero nunca viajaba. Sólo inspeccionaba las instalaciones de los aeropuertos, lo que, lógicamente, hizo pensar que planeaba un atentado o el secuestro de un avión.

Pasaportes

Posteriormente, llegó a España Abu Naser Mohamed Rabani, con documentación tunecina falsa, lo que hizo sospechar a la policía española que se trataba de la persona que iba a dirigir la acción, ya que estos terroristas suelen llevar siempre pasaportes de países que no necesitan visados de entrada al país, como es el caso de Túnez, para no dejar rastros.

La policía española, entonces, prefirió detener a los presuntos terroristas antes de "apurar" excesivamente la vigilancia y correr el riesgo de que se adelantaran a la policía con un atentado o que pudieran huir del país.

Fuentes del Ministerio del Interior han descartado que el falsificador de pasaportes más buscado por la Interpol, Sandor Alexander Csengery, que fue detenido en Barcelona el pasado día 5 de abril, estuviera estrechamente relacionado con el grupo iraní, aunque sí pudo tener una relación aislada para facilitarles documentos falsos, hecho hasta ahora no comprobado.

La policía europea está muy interesada en conocer las actividades y conexiones del grupo, especialmente después del aumento de acciones terroristas de países árabes en Europa, y han calificado la operación de los servicios españoles como una de las más importantes realizadas contra el terrorismo internacional.

Actualmente, la policía española atribuye a grupos terroristas iraníes la colocación, el 18 de noviembre de 1982, de una bomba en el Retiro de Madrid, que fue desarticulada antes de estallar y detenidos dos iraníes jomeinistas.

Asimismo, se les atribuye una bomba a la Embajada de Irak en Madrid, en septiembre de 1982, otro artefacto explosivo contra la Embajada norteamericana en la misma ciudad y el lanzamiento de una granada contra un avión kuwaití en el aeropuerto de Barajas.

El incremento de acciones terroristas de comandos extranjeros en nuestro país provocó en abril del año 1983 la creación de un grupo especial en la policía que investiga estas acciones y cuyo trabajo ha permitido la detención del comando iraní.