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Entrevista:

Di Stéfano: "Me han ido dejando sólo en la fábrica"

Di Stéfano no quería hablar para "no pelearme con nadie, porque no es mi estilo y nunca lo he hecho en mi vida, pero la paciencia de una persona explota. Y no hago más que leer y escuchar que el único culpable del rollo soy yo. Y poco menos que he sido un comisionista en los fichajes, que yo he recomendado y traído a todo el mundo y he gastado casi 440 millones pesetas de la entidad. Esto no se aguanta".Durante la entrevista, el ex técnico del Madrid mostró gran interés en dar a sus palabras el sentido exacto. El diálogo se inició con la confirmación de que Di Stéfano ha otorgado poder notarial a su abogado, Emilio Pujalte Clariana, para la iniciación de la demanda en magistratura contra el Real Madrid, por estimar que el club debe abonarle primas de las dos temporadas por haber clasificado al equipo para la Copa de la UEFA, extremo que los asesores del Madrid estiman que no le corresponde. La demanda se presentará en breves fechas ante el Instituto Mediación Arbitraje y Conciliación (IMAC) para el trámite de conciliacion, previo a la demanda de La Saeta Rubia.

Alfredo di Stéfano: Que no me venga nadie con que yo hablo contra la entidad, que está por encima de algunas personas que la dirigen últimamente. Que no venga ningún boludo a borrar el esfuerzo de 11 años jugando la pelota. Yo he sudado esa camiseta y se me han caído hasta gotas de sangre por ella. Y lo mismo puedo decir de las dos últimas temporadas como entrenador. Se podrá criticar esto o aquello, pero el equipo ahí ha quedado esos dos años, arriba; nos faltó un pelo para llevarnos el campeonato, a pesar de todas las presiones, inclusive desde dentro"

Pregunta. ¿Cómo y por qué se gestionó su vuelta al club?

Respuesta. Porque explotaron mi amistad con el directivo Javier Gil de Biedma, que fue quien se presentó con el vicepresidente, Martínez Laforgue, en Argentina, cuando entrenaba al River. Era la época de las elecciones, pero yo no entré en ningún juego. Me mantuve al margen. Yo soy deportista, no político. Pero a la larga comienzas a darte cuenta, porque uno no es tonto, de que no les interesaba deportivamente, sólo como cebo electoral. Me han utilizado.

P. ¿Qué hechos le han llevado al convencimiento de haber sido utilizado?

R. Me han ido dejando sólo en la fábrica. (Para Alfredo di Stéfano, la fábrica es el Bernabéu.) No se puede concebir que en el mes de septiembre, con la Liga recién, el presidente hable de que nos va a vencer una letra en no sé cuantos días. Esto creó una tensión en el equipo tremenda, un tembladeral. La muchachada estaba inquieta, algunos chicos me preguntaban qué pasaba, y hasta el adversario se dio cuenta y explotó ese nerviosismo. No quiero hablar mal de nadie, pero en ese momento De Carlos nos acuchilló. A lo mejor no se dio cuenta y por eso hay que dejarle con sus cosas. El hombre está siempre en las ondas y cuando se habla mucho salen las equivocaciones. Y del gerente ya me avisaron, concretamente Rial y Mateos, dos ex jugadores. Me dijeron: 'Cuidado, que a éste le gusta ser técnico y hasta sentarse en el banquillo'. Pues conmigo sólo lo hizo dos o tres veces. Hasta los muchachos venían y me decían que me negase, que es un gafe.

Luego está lo del viaje de Grosso y Molowny a Galicia, para ver el lugar de pretemporada, cuando aún luchábamos en cabeza por el campeonato. Ahí acabé de vislumbrarme el asunto. No me mosqueé, pibe, me di cuenta. ¿O es que uno va a ir de tonto por la vida? A mí me dijeron, por ejemplo, que a Miguel Angel, un fenómeno, le pusieron un mes de suspensión por decir no sé qué cosa contra el anterior entrenador. Y aquí ha habido jugadores, como Acosta o Del Bosque, que me han puesto a parir y no se ha cumplido el reglamento. Pero yo no dije nada, porque no le deseo mal a nadie. Pero son cositas que se suman y se suman y sale lo que sale.

P. ¿Se ha sentido traicionado?

R. ¿Y vos qué podéis pensar de todo esto? A últimos de año veo al chico, a Paredes, con la cara larga, triste. Le pregunto y me cuenta que ha tenido un enfrentamiento con el gerente. Y luego resulta que acaban con sus 10 años de servicio porque ha sido un fiel amigo del entrenador y responsable para el club. Le han echado injustamente, pero ha salido con hombría. Lo que le hicieron es una bajeza. Parece que a alguna gente le molesta que otros no entren en cotilleos de pasillos. Si eres independiente y te limitas sólo a trabajar, mejor o peor, pero a trabajar para la institución, eso no es rentable. Y en esta vida no se puede ser servil. Al éxito se llega volando como las águilas o arrastrándose como las serpientes. Pero con esta gente no se puede ir ni a heredar.

P. ¿Hay servilismo en el Real Madrid?

R. Hay personas que defienden su pan, y para mí eso es sagrado. ¿Cómo voy a criticar yo a gente que tiene que vivir de esto? La gente tiene miedo, tiemblan cuando van a las oficinas y les piden el informe. Hubo quien no fue a la comida de despedida que le di a la plantilla. La gente tiene miedo hasta de saludarte, por temor a que se enteren en el club y venga la réplica. Si te ven, luego te complican la existencia. Algunos se apartan, y te das cuenta. Y qué voy a decir más, si la misma gente que trabaja contigo y sabe lo que está pasando a tu alrededor no es capaz de avisarte y decirte: 'Ojo, Alfredo, que te van a volar la cabeza'. Contra eso sólo queda aguantarte y tragártelas.

P. ¿Alfredo di Stéfano es responsable de la política de fichajes, o de algunos en particular?

R. Vamos a aclararnos. El entrenador maneja el equipo; no es el secretario técnico, que es quien decide los fichajes. Lo que no puedo aguantar es que la romana me la quieran cargar a mí. De todos los jugadores que han venido aquí, de ninguno dijo inicialmente Di Stéfano que había que traerlo. Te lo ofrecían primero, y el entrenador todo lo que hace es confiar en la competencia de los técnicos que le han visto con anterioridad. Difícilmente puedo conocer y recomendar a jugadores que no he visto.

P. ¿No es cierto que su firma aparece en los informes de cada fichaje?

R. Mire, yo firmo, pero debajo del secretario técnico. Los entrenadores no tenemos carta de crédito para fichar jugadores.

P. Recientemente se ha podido leer que con usted el Madrid hizo numerosas adquisiciones, se gastó 440 millones y no ganó ningún título.

R. Eso tuvo gracia. Juan José ya estaba en el Madrid cuando yo llegué, y lo de Bonet estaba gestionado también con anterioridad a mi llegada. Leí también algo de Chamorro, Garrido o Gómez. ¿Pero quiénes son estos chicos? Yo no les conozco.

P. Pero queda Metgod, por ejemplo. ¿Cómo se gestó el fichaje del holandés?

R. Cuando me hablaron de Metgod yo estaba en Buenos Aires, así que no fui yo quien sugirió el nombre. Había informes de Molowny y Puskas. Luis -Molowny- me dijo, ya cuando llegue al club, que el equipo había estado mal en defensa la temporada anterior. Así que me invitaron a ir a verle a Holanda. Y no es mal jugador técnicamente. Rindió bien la primera temporada. Le dije al Mangas -Molowny- que este muchacho tiene condiciones, y que si habían pensado en él y resultaba rentable económicamente, pues adelante, máxime cuando ya le habían seguido los técnicos en siete partidos; o sea, que estaba prácticamente decidido. Luego fue cuando vino Luis y me dijo que firmase lo de Metgod, para seguir la norma de la casa. Y qué voy a hacer, ¿negarme?

P: ¿Y Acosta?

R: De Acosta, el primero que me habló fue Martínez Laforgue Le dije que no le conocía, que pe diría informes a Pipo Rossi y a Yazalde, dos buenos amigos míos. Fui a verle una vez y el chico movía bien la bola, pero en mi informe dije que era lento, de características similares a Del Bosque. Para verle me quedé 15 días más en Buenos Aires.

P: Otro de los jugadores que tampoco han rendido en su última temporada al frente del equipo fue Julio.

R: A Julio también me lo reco mendaron en el club. Yo sólo le vi una vez, en Alicante, en el partido del destierro con el Las Palmas, y se fichó para reforzar la delantera. Además, el gerente me había hablado de que existían ofertas por Juanito y Santillana de Italia, aunque me pareció un globo sonda, pero, por si acaso, era bueno disponer de más atacantes.

P: Lo de Lozano parece más complicado, ya que llegó con la aureola de gran jugador.

R: Y a Lozano el club ya le quería mucho antes de que yo llegara. Así que si yo fuera el responsable no me justificaría. Si se perdió o se ganó fue en lances del juego, pero que no me carguen a mí estas cosas. Yo sólo pedí dos jugadores, que no pudieron lograrse, uno per tenece al Cádiz y otro es titular del Valencia.

P. ¿Qué pasó ya en la temporada?

R. Primero, que pedí a Martín Vázquez, Sanchis y Pardeza, y el gerente me dijo que no me iban a mandar a ninguno porque luego se agrandaban, ellos y sus padres, que pedían mucha plata. Eso no es problema del técnico. Luego los fui metiendo piano, piano. ¿Lozano? Este chico ya comenzó a tener molestias, al parecer por la zona del pubis, a los tres días de iniciarse la pretemporada, y también he leído por ahí que por culpa del entrenamiento. Si lleva tres días, ¿cómo va a ser culpa del entrenamiento? Los técnicos pedimos un informe, no aparecieron las radiografias; además, yo no estoy para saber medicina.

P. ¿Cuáles han sido sus errores, quizá unos planteamientos defensivos en encuentros clave, o la falta de diálogo con jugadores y prensa?

R. Yo de la muchachada no tengo quejas. En todas las plantillas se enfadan los que no juegan. Con unos se necesita hablar más que con otros; lo que hay que hacer es rendir en el campo, y en este sentido puedo decir que todos se partieron el pecho. Yo he jugado a las cartas y al parchís con los jugadores. Hemos sido el equipo más goleador y el que más partidos ha ganado, así que no habrá sido de pegarle a la bola para atrás. Y con la Prensa he procurado siempre comportarme con educación; lo que pasa es, que por mi forma de ser no me gusta verme atosigado. En la ciudad deportiva no disponía ni de sala de prensa ni de un teléfono directo. Ahora parece que van a arreglar estos problemas para mayor comodidad del nuevo técnico y de la Prensa.

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