Felipe González, preocupado por la falta de un clima de confianza en el país, según Segurado

"El presidente del Gobierno coincidió con nosotros en que hay que dar al país un mensaje que cree una situación de confianza, que no existe en estos momentos, y se preguntó el por qué logros importantes como los avances en lucha contra el terrorismo o en las negociaciones de integración en la CEE han calado tan poco en la sociedad", según declaró ayer el presidente de la Confederación Empresarial Independiente de Madrid (CEIM), José Antonio Segurado, al comentar la reunión de más de cuatro horas de duración que mantuvo Felipe González, la noche anterior, con la ejecutiva de la patronal madrileña.

Los empresarios expusieron al presidente cinco grandes temas: sector público (gasto, déficit y empresas estatales); presión fiscal y Seguridad Social; necesidad de mayor flexibilidad y movilidad del mercado laboral; coste del dinero y financiación del sector privado; y clima de confianza. Este último tema fue el abordado con mayor extensión, cerca de hora y media, y en el que el presidente, "que en todo momento se mostró amable, distendido y sensible a los problemas que le planteamos", coincidió, según Segurado, con los empresarios. No se abordó el tema del pacto social, ya que CEIM participa en su negociación a través de CEOE.Felipe González, siempre según el presidente de CEIM, admitió que la situación de pérdidas de las empresas públicas es insostenible. Expuso las dificultades con que se encontraba el Gobierno para reducir el déficit público y pidió sugerencias a sus interlocutores. Estos replicaron que la responsabilidad es del Gobierno, pero que si se toman medidas quirúrgicas claras contaría con el apoyo de los empresarios.

Invitación al capitalismo

Los empresarios manifestaron también al presidente que a su juicio se ha alcanzado el límite en incrementos de presión fiscal y que debe procederse al recorte de gastos. Tanto Felipe González como el ministro de Trabajo, Joaquín Almunia, que también asistió al encuentro, coincidieron con los representantes de CEIM en que la reforma de la Seguridad Social va a plantear un periodo de transición dificilísimo; pero que la situación de la Seguridad Social es más grave hoy que hace cuatro años, y que aplazar su reforma -que es inevitable- sólo contribuye a hacerla más difícil y costosa. El presidente del Gobierno, por otra parte, anunció que se está preparando una nueva legislación sobre el impuesto sobre la renta. Los empresarios se mostraron esperanzados en cuanto a la evolución de los costes laborales (están bajando las retribuciones por persona; "aunque no es seguro que haya descendido el coste por hora trabajada"); pero insistieron en que hay que flexibilizar el mercado de trabajo si se quieren generar puestos de trabajo. Los dirigentes de CEIM le recordaron a Felipe González que públicamente se había hecho eco de una frase de Churchill ("el capitalismo es el menos malo de los sistemas"), y le indicaron que entonces, si creía que el capitalismo era el sistema menos malo, por qué no propiciaba las condiciones necesarias para su desarrollo.Los representantes de la patronal se quejaron, asimismo, del alto precio del dinero para los pequeños y medianos empresarios y de los escasos recursos de financiación que quedaban libres para ser destinados al sector privado. Felipe González les habló del pacto de los grandes bancos para bajar los tipos de interés, pero los empresarios le replicaron que en gran medida ésta era una operación de escaparate de los bancos que no iba a mejorar sensiblemente los créditos al mediano y pequeño empresario. Le dijeron que la política económica del Gobierno no es la única posible, y que se puede hacer otra con menor intervencionismo, menos planificación y menos fondos cautivos en el banco de España.